Coppola la llamó un 25 de julio, y ella lo dejó todo. Literalmente. Que uno de los grandes se fije en ti no es baladí, pero con Maribel Verdú ya no sorprende nada: está en la cresta de la ola, pero conserva la humildad. Para ella las cosas son grandes o pequeñas en virtud de la calidad humana, y por eso no pudo decir que no a Rodrigo Plá, "niño prodigio" mexicano cuya ópera prima, La zona, presentó hoy.

¿Cómo una actriz tan solicitada accede a un papel pequeño en una ópera prima como La zona?

Para mí no existen papeles pequeños: existen las historias y los directores que están detrás de ellas. No necesito ser la protagonista, no me avergüenza hacer colaboraciones. No me importa que no se hable de mi papel en La Zona, porque van a hablar de una película impresionante, conmovedora e impecable, del director que ya ha ganado un Oscar al mejor cortometraje. Me enorgullece estar en ella.

Ha estado casi dos años sin rodar cine, ¿no le ofrecían buenos guiones?

Por eso, y porque la risa va por barrios. Durante esos dos años decidieron llamar a otras personas, pero como soy súper terrenal y súper pragmática hice teatro y tele, y me dije: "esto es así". Tuve mis bajones y he llorado, en mi casa, con mis amigos. Y de repente llegó Guillermo del Toro.

¿Qué pasa con México? Guillermo del Toro, Rodrigo Plá, Alfonso Cuarón... Allí ya se ha convertido en una gran estrella.

Ellos dicen que me llaman porque les doy suerte, pero creo que es al revés: ellos me dan suerte a mí.

La mayor prueba de esa buena suerte es rodar Tetro, la nueva película de Francis Ford Coppola. ¿Estará Javier Bardem, tal y como se especuló?

Que yo sepa, no. Soy la protagonista femenina, y luego hay dos hermanos: uno de ellos es Matt Dillon (Tetro) y el otro es un actor jovencito, desconocido.

¿De qué trata la película?

Es un guión escrito por Coppola, absolutamente conmovedor. Es duro, habla de perdedores... del tipo de historias que más me atraen. Pero también tiene un sentido del humor impresionante, sarcástico y muy inteligente.

¿Cómo se queda una cuando le llama Coppola?

Se dedica a tomar lexatines durante dos meses y lo digo de verdad, porque así fue. Me daba algo. Soy así de cagueta. Lo primero que pensé fue: "No puedo, no voy a ser capaz".

¿Cómo es su personaje?

Apasionante, maravilloso. Es difícil, muy complicado, porque todo el tiempo está mediando entre los dos hermanos y lleva una vida que no es fácil. Este personaje es el reto más grande de toda mi vida.

¿Qué le impone?

Bueno, aunque el personaje es hispano, es la primera vez que voy a rodar en inglés siendo protagonista. Me parece una locura que me hayan cogido a mí.

¿Y por qué la han escogido?

No lo sé. Cuando en los Oscar Coppola se acercó a felicitarme por El laberinto del Fauno no me habló de esta película. Eso me lo ofreció después, me envió el guión en un mail.

¿Cómo es como persona?

Impresionante. Una persona cercana, normal -en el mejor sentido, porque está lleno de talento, cultura e inteligencia- que te hace sentir persona, una reina, lo más. Y eso es una gozada, te da mucha seguridad.

¿Dónde y cuándo será el rodaje?

En Buenos Aires, y teóricamente empezará en febrero.

¿Sube el ego?

No, yo no me voy a vivir a Los Angeles. Quiero seguir haciendo películas con mi gente.

¿No se iría entonces a Hollywood?

En absoluto. No podría vivir allí. En América se hacen las mejores y las peores películas, pero no me gusta, no me compensa. Tendría que ser algo muy grande para irme allí a rodar.

¿Teme el lado negativo de la fama?

No me puedo quejar de nada, si lo hiciera sería una impresentable. Estoy feliz con lo que tengo.

Si hace diez años te hubieran dicho que todo esto sucedería... ¿lo habrías creído?

No, nunca me planteo nada de aquí a mañana. No me espero nada, por eso me sorprendo siempre.