Según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa, el dispositivo comenzó hace una semana cuando desde la Guardia se tuvo conocimiento de la sustracción de diversas joyas de oro de una vivienda en la localidad isleña.

De este modo, según avanzaba el dispositivo, se comprobó que el propietario del domicilio había contratado a un empleado que realizaba tareas de albañilería, centrándose la investigación en esta persona, al no existir daños en la vivienda para acceder al interior.

Tras diferentes gestiones llevadas a cabo, los agentes pudieron determinar "la implicación del citado trabajador en el hurto, habiéndose recuperado joyas por valor de 1.800 euros", que han sido devueltas a su legítimo propietario. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado competente.

Desde la Guardia Civil recomiendan que las joyas y objetos de valor sean guardados en un lugar seguro que se encuentre fuera del alcance de personas ajenas a nuestro domicilio y que se tomen fotografías de las mismas que faciliten las investigaciones en el caso de que nos sean robadas.