Por separado son Pedro Herrero y Rubén Buren. Juntos, una extraña pero efectiva amalgama con sorprendentes resultados sobre el escenario. Porque juntos constituyen Desakordes , un proyecto con el que ya llevan tres años paseándose por cualquier escenario español que les quiera acoger y que bajo el epígrafe de canción de humor ha demostrado ser tan efectivo como directo.

Vamos, que funciona, que conecta con el público.

Un año después de su última actuación en Cantabria, regresan a Santander con una propuesta similar, fieles a la consigna de no tocar demasiado aquello que funciona. Y lo hacen con dos funciones en Santander y Reinosa que constituyen una nueva oportunidad de descubrir un espectáculo tan singular como recomendable.

Nacido en 2003 como 'Cantad, cantad, malditos', el proyecto evolucionó posteriormente al que Herrero y Buren, dos habituales, del circuito madrileño, presentan ahora de nuevo en Santander; una propuesta que conjuga canción, monólogo y teatralidad en la que los dos protagonistas se enfrentan completamente solos al escenario, con el único apoyo de su guitarra. Pero, aunque también saben serlo, que nadie espere a unos cantautores al uso.

Desenfadados, mordades, canallas

'La canción de humor con rekao', 'Palmas, vítores y coitos varios' y 'Tarrarréame' son los títulos de los tres espectáculos con los que este dúo, que bebe de los directos de La Mandrágora de los ochenta, presenta su faceta más desenfadada, mordaz y canalla.

Tres propuestas que alternan durante sus giras, en las que demuestran una sorprendente facilidad para desatar la risa y conectar con el público.

Como ellos mismos reconocen, "no tocamos, actuamos". Y es que el cántabro (Herrero) y el madrileño (Buren) han hecho de este proyecto su sello de identidad y se compenetran a la perfección sobre el escenario. Todo esto se podrá comprobar mañana, jueves, a partir de las 21.00 horas en el café teatro Doménico (c/Alcázar de Toledo) de Santander. Y el viernes, nueva cita, esta vez en Reinosa.

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