Fuentes de la institución han confirmado a Europa Press que la de este lunes supone la primera jornada de apertura del recinto a pleno rendimiento, ya con todos sus servicios disponibles -desde su inauguración, el pasado 28 de marzo, y hasta ahora sólo habían estado abiertas las salas de estudio-, en lo que constituye un refuerzo de las condiciones espaciales, de seguridad y accesibilidad de la colección bibliográfica del Fondo Antiguo y Archivo Histórico que conserva y custodia la Biblioteca de la US desde hace más de cinco siglos, además de ofrecer nuevos servicios que complementan las labores de investigación.

El edificio cuenta con tres plantas con, entre otros espacios y al margen de la colección bibliográfica, una sala de investigación con 20 plazas de lectura, dos lectores reproductores de microfilm y un escáner; un taller de digitalización con más de 10.000 obras y 1.400.000 imágenes digitalizadas; un taller de restauración dotado con un equipamiento de altísima especialización; un espacio expositivo situado en el 'hall' de la planta baja; y dos salas de lectura con cerca de 400 plazas.

El traslado resuelve la actual coexistencia en espacios comunes de la Biblioteca General y la Biblioteca de Humanidades, hasta ahora sin posibilidades de expansión, y la actual fragmentación de los fondos bibliográficos de las áreas de Humanidades, actualmente ubicados en distintas bibliotecas departamentales.

De esta forma, el desarrollo de estas actuaciones permitirá la optimización de los espacios correspondientes a las Facultades de Geografía e Historia y de Filología en el campus de Humanidades y el traslado a éste de la Facultad de Filosofía. Esta intervención, adicionalmente, liberará los actuales espacios empleados en el campus de Ramón y Cajal, necesarios para el desarrollo del proyecto estratégico de la Facultad de Psicología. A expensas de concreción financiera por parte de las administraciones, aún no hay plazos cerrados.

Con una superficie construida de 5.689,56 metros cuadrados, el nuevo edificio alberga un patrimonio bibliográfico y documental en el que destacan 332 incunables, 1.217 manuscritos -en su mayor parte tratados y apuntes jurídicos y teológicos-, 8.340 libros del siglo XVI, 68.840 volúmenes de los siglos XVII al XIX y 10.000 ejemplares de los dos últimos siglos.

El coste de la biblioteca está en torno a los seis millones de euros, mientras que el resto de la subvención que se otorgó en su día a la Hispalense, once millones, se invirtió en la construcción y posterior derribo de la fallida biblioteca del Prado según proyecto de la arquitecta Zaha Hadid.