Cada vez son más los murcianos que se curan en salud contra los morosos cuando ponen un piso en alquiler. Y también los inquilinos que se lo proponen a sus caseros para garantizar sus derechos.

Desde enero a septiembre de este año se han formalizado 2.102 contratos de arrendamiento de viviendas blindados contra impagos por el arbitraje, un mecanismo alternativo a la justicia ordinaria que soluciona conflictos sin acudir a los tribunales.

En todo 2006 se firmaron en Murcia 2.170 de estos contratos, por lo que el aumento en estos nueve meses es considerable. Lo más llamativo es el número de inmobiliarias que colaboran y están homologadas con el sistema de arbitraje. En 2006 se adscribieron 76, y en lo que va de año ya van 121. Son un 37,1% más.

92 conflictos resueltos

Los inquilinos pueden usar ese contrato para evitar, por ejemplo, que les suban la renta por encima del IPC, que los quieran echar antes de que acabe el contrato o que no les arreglen una gotera. Sin embargo, de los 92 casos que tuvieron que llegar a un proceso de mediación por falta de acuerdo entre las partes, todos fueron por incumplimiento de los inquilinos: 81 casos por impago, ocho por no hacer frente a los gastos de luz, agua y gas y tres por dañar el inmueble.

En caso de que haya un conflicto entre el inquilino y el arrendador, la corte de arbitraje lo resuelve en 30 días (dos meses como máximo).

Qué hacer para adherirse

El teléfono 902 217 121 asesora e informa del lugar más cercano donde recoger los documentos, que valen 42 €. Ambas partes deben firmar. Puede pagarse a medias o se puede hacer cargo la parte interesada. En caso de conflicto, el condenado abonará 90 euros de costas y 55 euros de gastos. El demandante, nada. Según datos de la Corte de Arbitraje, un 3% de los alquileres firmados con la garantía de alquiler en 2007 en Murcia han acabado ante la propia Corte.