Ante esto y en un comunicado, la asociación vecinal ha señalado que "alguien no se ha enterado que estamos en el siglo XXI, que la política municipal ha de buscar el consenso ciudadano y el menor de los males, que existen mecanismos más que probados para llevar a cabo consultas telemáticas y recoger las aportaciones ciudadanas", pero es que, "leyendo el Plan, da la impresión de que los vecinos estorbamos".

De hecho, en el Plan se determina que "las pocas calles disponibles para poder andar" los vecinos durante los días de Semana Santa hacia sus casas "van a ser las únicas vías de acceso peatonal, con entre 1,50 y 1,80 metros" de ancho, "donde turistas y otras personas deseosas de ver los pasos" van a encontrarse "en un enjambre difícil de disfrutar por unos y para acudir a sus responsabilidades por otros".

Estas calles, en el entorno de la Carrera Oficial, junto a la zona de la Mezquita-Catedral, "actuarán como únicas zonas de evacuación" y "se restringirá el acceso" y los vecinos y resto de peatones serán "controlados por guardias de seguridad privada", preguntándose en la asociación vecinal "cuánto sabrán" estos vigilantes privados "de las necesidades de la población residente, qué medios de disuasión podrán emplear o cómo evitarán que las personas no se paren y no obstaculicen la

circulación peatonal".

A ello se suma que "se va a cortar el Puente Romano con letreros que digan 'Por paso de procesiones se recomienda utilizar otros puentes', y habrá vallas por todas partes", mientras que los hosteleros y comerciantes de la zona "van a tener que retirar su mobiliario y se ven especialmente perjudicados", como "los devotos y penitentes, que no van a poder acompañar a sus procesiones en buena parte del recorrido".

La consecuencia de todo ello, según ha concluido la Asociación Vecinal La Axerquía, será que "el vecindario que pueda huirá a casa de familiares, lejos de la zona, o bien estará encerrado en casa".