En su visita a Salamanca, para presentar el balance de resultados de saneamiento ganadero, Llorente ha destacado que el nuevo plan nacional en relación a las actuaciones en fauna silvestre (PATUBES) obliga a un número de muestras que es inferior al que la Junta ya estaba llevando a cabo con su programa propio.

Según el director general, el nuevo programa ministerial pide 1.400 tomas cuando la Administración Autonómica ya estaba llevando a cabo por iniciativa propia un total de 2.700 para la lucha contra estas enfermedades.

Dentro de las claves de este nuevo programa nacional está la clasificación por primera vez de las comunidades por su riesgo de contagio entre fauna silvestre y doméstica, que sitúa a Castilla y León como una región con baja detección de tuberculosis en fauna silvestre, ha apuntado Jorge Llorente.

Asimismo, el plan estatal determina el número mínimo de muestras que deben tomar todas las autonomías para analizar la fauna silvestre y establece medidas de intervención como la mejora de bioseguridad de las explotaciones ganaderas, la recogida de restos de cacerías o el

descenso de poblaciones silvestres, entre otras.

En este sentido, Llorente ha insistido en que el actual plan autonómico de Castilla y León es más ambicioso que el estatal recientemente aprobado ya que genera más información e incluye un muestreo de prácticamente el doble de animales silvestres. Por ese motivo, la Comunidad va a continuar aplicando su propia normativa en lo que a número de muestreos se refiere, ha añadido.

Y para mejorar la bioseguridad en las explotaciones ganaderas, tal y como ha continuado, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha dado un primer paso con la edición de un folleto informativo, que ya está a disposición de los profesionales, en el que se recogen 16 medidas para minimizar la influencia de la fauna silvestre en el contagio de tuberculosis bovina.