La Junta Militar birmana expulsa del país al jefe de la misión de la ONU

  • Le decisión es en respuesta de un comunicado crítico emitido por Naciones Unidas en octubre.
  • Le acusan de "actuar más allá de su capacidad".
  • La orden de expulsión se produce un día antes de la llegada al país del enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari.
La Junta Militar birmana ha ordenado la expulsión del jefe de Naciones Unidas en Birmania (Myanmar), Charles Petrie, en respuesta al comunicado crítico emitido el pasado 24 de octubre por la representación de la ONU en ese país.

La expulsión de Petrie, a su vez coordinador de las tareas humanitarias, fue confirmada por el portavoz de la oficina de la ONU en Bangkok, Hak-Fan Lau. "El Gobierno de la Unión de Myanmar no quiere que Petrie continúe sirviendo en Myanmar", precisó.

El jefe de la misión de la ONU en Birmania viajó el viernes a Naypyidaw, la capital administrativa, donde recibió de una carta del Gobierno militar en la que le acusó de

"actuar más allá de su capacidad al emitir el comunicado".

En dicho texto, Naciones Unidas manifestaba que las preocupaciones del pueblo birmano habían sido "expresadas de forma clara mediante las recientes manifestaciones pacíficas". Petrie fue entonces convocado por el ministerio birmano de Asuntos Exteriores para dar explicaciones, y la Junta Militar emitió una semana después un comunicado de protesta.

Promover la reconciliación nacional

La orden de expulsión de Petrie se produce un día antes de la llegada a Birmania del enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, con la finalidad de promover la reconciliación nacional y la transición hacia la democracia.

Gambari, quien visitó Birmania poco después de que las fuerzas de seguridad acallaran a

tiros y golpes
las manifestaciones llevadas a cabo a finales del pasado septiembre, efectuó durante las últimas dos semanas una gira oficial por diversos países de Asia, incluidos China e India, los mayores aliados del Gobierno militar birmano.

Según la versión oficial, las autoridades han puesto en libertad a unas 2.500 personas del total de 3.000 que fueron detenidas durante y tras las manifestaciones de hace un mes. Por su parte, la disidencia birmana mantiene que
más de 6.000 personas fueron arrestadas, y varios cientos encarceladas en la prisión de máxima seguridad de Insein, a las afueras de Rangún.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento