El dueño de un locutorio, de la calle Párroco Pedro Martínez Conesa (Murcia), alertó el pasado miércoles a las 12.00 horas a la Policía Local de Murcia, que una de sus clientas le confesó que había sido violada por su jefe., tal y como publica la edición digital del diario La Verdad.

La joven entró en el locutorio para realizar una llamada y salió llorando de la cabina. Ante la cara de la joven el dueño decidió preguntarle ¿Qué le había pasado? La chica le confesó que había sido víctima de una agresión sexual por parte de su jefe y le pidió un poco de papel. "Necesito algo para limpiarme", entre lloros; "Me siento sucia", expresó la joven.

Poco después la joven abandonó el locutorio y el dueño decidió llamar a la Policía Local y comunicar lo sucedido. Los agentes se pusieron en contacto con la víctima que confirmó la violación, pero aseguro que no deseaba interponer ninguna denuncia. Los agentes intentaron convencer la víctima para que denunciase.

Al día siguiente la joven acudió a la oficina de la Policía Nacional de Murcia para explicar lo que le había sucedido. La Policía iniciará una investigación.