Según ha informado este miércoles en una nota la Policía Nacional, en su denuncia relataba que había dejado su vehículo perfectamente estacionado y cerrado en la tarde del pasado día 12 y sobre la una de la madrugada un vecino le alertó de que su coche estaba ardiendo.

Los agentes de Policía Científica realizaron una inspección técnico ocular y se percataron de que varias de las explicaciones dadas por el hombre no se correspondían con la forma en la que, supuestamente, podría haberse provocado el fuego, ya que faltaban elementos como un amortiguador, paragolpes, radiador y la batería.

Con el informe pericial los investigadores centraron sus pesquisas en el historial del vehículo. Días atrás se había visto involucrado en un accidente al salirse de la vía e impactar contra la fachada de una vivienda a la que produjo diferentes daños. El coche quedó prácticamente siniestrado, algo que obvió en su denuncia.

El hombre, presuntamente, había extraído las diferentes piezas de su vehículo con el fin de venderlas en el mercado de segunda mano con el fin de incrementar el abono que la compañía de seguros tenía que indemnizarle. Así las cosas, fue detenido y puesto a disposición de la autoridad judicial, así como los gastos derivados de la investigación, que supuso el empleo de recursos humanos y materiales de la Policía Nacional "generando un perjuicio a los ciudadanos y a la Administración Pública al tratarse de denuncia falsa".