El acusado de apulañar a cinco personas en Lleida en 2014 no ha querido contestar a nadie este lunes en el juicio, ni siquiera a las preguntas de su abogado, que lo ha justificado alegando que su defendido "no se encontraba tranquilo".

La Audiencia de Lleida juzga desde este lunes al estudiante de medicina Alejandro R.V. porque en la tarde del 22 de septiembre de 2014 sembró el pánico apuñalando a un paquistaní, una argelina, un peruano, un chino y un español -que declararán este martes- e incendió su casa.

Su abogado, Jon Zabala, ha explicado a los periodistas que sufre un trastorno paranoide de la personalidad, que en situaciones de crisis se manifiesta como trastorno delirante: "Por eso estos casos de extremo estrés no le convienen al encausado y al paciente. No debemos olvidar que está en tratamiento psíquico desde hace tiempo. Hacía tiempo que no salía al exterior y estaba muy nervioso".

"Ya que los hechos están reconocidos, lo que prima es su estado psíquico, y estas situaciones de extremo estrés del juicio con preguntas de Fiscalía, acusaciones y su abogado no le benefician en la evolución del tratamiento que está siguiendo, y he considerado más oportuno no declarar", ha argumentado Zabala.

Ha insistido en que no es una estrategia de la defensa, ya que se había preparado la declaración por ser un caso muy importante en que se piden unas penas de prisión elevadísimas, "de las mayores en España últimamente".

En el juicio, que durará hasta el jueves, Fiscalía pide 81 años de prisión por cinco delitos de asesinato en grado de tentativa con los agravantes de racismo y reincidencia, por un delito de daños psicológicos al hijo de una mujer herida y por otro de incendio, ya que el joven quemó con gasolina la vivienda donde residía.

Para el abogado de la defensa, reconocidos los hechos, lo más importante del juicio es demostrar si su cliente sufre una patología psiquiátrica, como él sostiene, ya que de ser así no se le podría condenar, y considera que así se demostrará el jueves al declarar los peritos.

PRISIÓN

El acusado ya estuvo en la cárcel de Logroño para afrontar otra causa por agredir antes a un inmigrante en la ciudad: para su abogado, desde entonces ha cambiado mucho porque está en tratamiento médico y "es otra persona. La frialdad que tenía ya no la tiene. Por eso el sufrimiento que tenía hoy".

El abogado de la víctima argelina y del chino, Xavier Prats, ha considerado que el joven, desde que está en prisión preventiva, "ha hecho una ficción, un teatro para demostrar que está alienado mentalmente" y ha puesto como ejemplo la carta de amenaza de muerte que escribió a un compañero de prisión y ha añadido que el joven eligió a sus víctimas y les atacó sin que pudieran defenderse.

El abogado de las otras dos víctimas extranjeras, Enric Rubio, ha considerado acreditado que el joven preparó las agresiones, y que todos los peritos salvo los de la defensa demostrarán que sabe distinguir el bien del mal, y ha recordado que en el momento de las agresiones estaba estudiando tercero de Medicina.

En el primer día del juicio ha declarado también el jefe de la investigación de los Mossos d'Esquadra: ha explicado que el joven llevaba en el momento de la detención "1.100 y pico euros", un dato que ponía de manifiesto que no quería que el dinero se quemara en el incendio.

A preguntas de la fiscal y también de la defensa, el inspector ha considerado que los dibujos de carácter xenófobo y los libros hallados en la vivienda del acusado pueden estar relacionados con las agresiones a ciudadanos de otros países.