Este fin de semana se podrá disparar a discreción a todo jabalí que se mueva en las cinco batidas organizadas por la Junta en Córdoba, Almodóvar y Cardeña para reducir la población de animales afectados por el mal de Aujezsky  o pseudorrabia. Como novedad, en estas cacerías se permitirá a los participantes poder llevarse parte de la cabeza del animal como trofeo. Hasta ahora, los animales eran incinerados  enteros para evitar la propagación del virus.

En vista de que ir de montería y volver con las manos vacías, aun habiendo abatido un gran número de piezas, no tiene sentido para muchos cazadores, la Junta ha modificado la orden que regula estas actividades cinegéticas para que puedan llevarse un recuerdo de su participación en el exterminio de animales enfermos.

Los cazadores podrán reclamar las piezas que derriben para exhibirlas como trofeos.

Para ello, podrán llevarse parte de la cabeza, concretamente el morro, para mostrar ante amigos y familiares los colmillos del animal. Esta tarea tendrá que realizarse bajo la supervisión de los veterinarios y con las correspondientes medidas sanitarias para evitar la propagación del virus.

Para ello se hervirán en agua durante 20 ó 30 minutos los morros y se incinerarán in situ todos los restos de los animales, ya que el jabalí es omnívoro y podría contagiarse al ingerir vísceras o restos de las piezas abatidas en la cacería.

Licencia para matar hasta 2009

La extensión de la pseudorrabia y la del mal rojo o erisipelosis en la población de jabalíes ha obligado a la Junta ha organizar cacerías controladas, casi todos los fines de semana, y hasta el año 2009 para reducir el número de animales afectados. El mal de Aujeszky afecta a un gran número de especies, especialmente a los porcinos, donde tiene una mayor incidencia. Daña el sistema nervioso y respiratorio, provocando en hembras gestantes importantes alteraciones en la reproducción.