La Universidad de Valladolid (UVA) ha presentado este jueves los 20 proyectos ganadores de los Premios Prometeo 2016, 13 de ellos correspondientes a patentes y siete a registros de software, entre los que se encuentran una bici para descensos de alta velocidad en la nieve, nuevas aplicaciones para ahorrar en la compra de gasolina o en la mejora de la pronunciación en inglés, o un sistema de transformación hidrotermal del dióxido de carbono en compuestos orgánicos con un aerogel de óxido de zinc como catalizador.

Se trata de la séptima edición de estos premios, cuya plazo de presentación para la convocatoria de 2017 se ha ampliado hasta este lunes, 20 de febrero, según ha informado el rector vallisoletano, Daniel Miguel San José, durante el acto de presentación.

Miguel San José ha subrayado la tendencia "al alza" en el número de aspirantes a estos premios que suponen formación específica en materia de propiedad industrial e intelectual para los alumnos y una compensación económica de 1.000 euros, al tiempo que se les permite acceder a un sistema de protección legal de sus ideas que por sí sólos "sería inaccesible por su coste", como ha subrayado la directora del departamento de Innovación de la Fundación General de la Universidad, Yolanda Calvo.

Más de 150 estudiantes han participado en la pasada convocatoria con más de cien proyectos presentados, cifra que la Universidad espera superar en 2017, según ha mostrado Calvo, quien ha recordado que "buen número de alumnos" de la UVA han logrado incorporarse a un empleo "gracias a estos proyectos".

Entre los proyectos premiados en esta séptima edición destacan una bicicleta para descensos en nieve diseñada por Sergio Garrido Conde y Javier de la Cal Rioja, frente a las convencionales para este elemento, pensadas para acrobacias o descensos lentos.

Precisamente Javier de la Cal repite como premiado, ya que también es el responsable del software educativo para mejorar la pronunciación del inglés bautizado como 'Hound word' y forma parte del equipo que ha confeccionado un accesorio de bloqueo para la bicicleta junto con Sergio Garrido Conde, Juan Asensio Mucientes, Iván Antón Martínez y Raúl González López.

Otro software premiado ha sido la aplicación móvil GasoListo, ideada por Rafael Sillero Navajas y Cristian Tejedor García, que muestra los precios actuales de la gasolina u otros combustibles en toda España de una manera "sencilla y práctica".

TRANSFORMACIÓN HIDROTERMAL DE CO2

Por su parte, Daniel Román González es el creador de un sistema de transformación hidrotermal del dióxido de carbono en compuestos orgánicos con un aerogel de óxido de zinc como catalizador. El proyecto se basa en cambiar la visión del CO2 como un residuo que reducir por la de un recurso que aprovechar mediante su conversión.

Lara Delgado Lafuente, Icíar Alonso Ciordia y Héctor Cueva López son los diseñadores de un prototipo de asiento convertible de madera que puede aprovecharse en establecimientos de hostelería para charlar, picar o tomar una copa fuera de la zona del comedor, con un sólo objeto que contiene tanto mesas como sillas que se transforman en función de la necesidad del momento.

Asimismo, Nekane Martín García propone el rediseño de los contenedores de reciclaje de vidrio para que generen menos ruido molesto cuando los usuarios arrojen sus recipientes usados.

Completan el cartel de patentes premiadas el proyecto de lancha mini-eco de competición de Manuel Rodríguez Muñoz; el mueble modular y multifuncional de madera de Beatriz Martín Recio; un equipo potenciostato portátil y de bajo coste para realizar análisis electroquímicos elaborado por Juan Carlos Mediavilla Frechilla y Patricia Sánchez de Castro; una planta piloto multitecho para fraccionamiento de biomasa propuesta por Gianluca Gallina; un material poroso o en celosía de reducido peso y reducida conductividad acústica y térmica planificada por Luis Miguel Sanz Moral; un Escáner 3D diseñado por Pablo Sánchez Gatón; una luminaria modular LED omnidireccional proyectada por Guillermo Gimeno Baruque, Javier Gutiérrez Martín, Miguel Las Heras Hernández y Ricardo Toranzo Acero, y un envase de comida infantil cuyo diseño pretende inculcar una alimentación más sana en las escuelas infantiles que han creado Cárlos Bezos Alfageme, Alejandra Gómez Tuya, Aline Calixto Matos y Tamara Botrán Herrero.

En el apartado de software, cierran el elenco de premiados el programa para la adaptación de lentes de contacto en pacientes con queratocono desarrollado por Sara Ortiz Toquero; una aplicación para Android que recuerda y facilita la toma de medicamentos, obra de Jesús Iglesias García; un sistema de microrriego elaborado por Jorge del Río San José; una plataforma de captura y análisis de publicaciones en redes sociales, de Iván García Miranda y Álvaro José Monedero Carreras, y una suite de simuladores de procesos en Ingeniería Química cuyo autor es Álvaro Cabeza Sánchez.

Los Premios Prometeo, incluidos en el Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE), cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y la Junta de Castilla y León.

Entre sus objetivos están desarrollar prototipos orientados al mercado, mejorar la visión hacia el exterior del sistema de innovación regional, fomentar la práctica de proteger resultados de investigación, contribuir al incremento de la empleabilidad de los alumnos de la UVA y fortalecer y mantener en el tiempo el vínculo de los alumnos con la Universidad.

"Hacemos cosas que valen para algo", ha bromeado el rector, quien ha reconocido que España se encuentra "un poco más atrás" que el conjunto de Europa en cuanto a transferencia tecnológica, pero se ha mostrado "optimista" respecto a su capacidad de ponerse a la par en los próximos años, al igual que ocurrió a su juicio, a nivel científico en las últimas tres décadas.

Por su parte, el secretario general de la Consejería de Educación, Juan Casado, ha subrayado el papel de la UVA en el conjunto de la transferencia de conocimiento, pues de los 22 millones de euros financiados por la T-CUE en los últimos diez años a todas las universidades de Castilla y León, el 35 por ciento ha ido a parar a la de Valladolid, mientras que de los 121 millones ingresados por trabajos con empresas del sector de la I+D con las nueve instituciones académicas, 63 millones los ingresó la vallisoletana.