El Gobierno andaluz considera que deben ser los propios ayuntamientos quienes les planteen esta necesidad, al entender que  ellos ya «han hecho los deberes» en su ámbito competencial, según explicó el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, ya que en su día la Junta puso en marcha modificaciones legales. Aquel Pacto por la Noche fue creado para buscar fórmulas que permitieran compatibilizar el derecho a la diversión con el descanso de las personas que viven en las zonas en las que se desarrollan estas concentraciones masivas de jóvenes.

 

 

Los ocho alcaldes de las capitales andaluzas se reunieron ayer en busca de estas soluciones. Para ello, Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba, apostó por poner en común alternativas y experiencias propias, además de exigir a la Junta un compromiso de actuación. Por su parte, el vicepresidente de la FAMP y alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, pidió que el Gobierno andaluz, además de legislar, dote de recursos a los ayuntamientos para que pongan en marcha planes contra el alcohol en la calle.

 

 

Está demostrado que actividades alternativas al botellón, como el asociacionismo o el deporte, no tienen éxito entre los jóvenes. Así lo ha reconocido el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, para quien las normas represivas que prohíben e incluso sancionan beber en la calle no tienen ningún eco ni seguimiento. En este sentido, recordó el caso de Madrid, donde, a pesar de que el botellón está totalmente prohibido, se sigue practicando de forma habitual.

 

100.000 personas reunió uno de los mayores botellones que se recuerdan. Fue este mismo año en el Día de la Cruz de Granada