Se fue con su marido hace seis años y medio a Urueña porque querían cambiar su forma de vida, y ésta les ha sonreído. Es la mejor autónoma de Castilla y León.

¿De qué es su empresa?

Son dos. Una de formación musical de niños y adultos. Hago cursos de fin de semana o de siete días, en los que la gente se queda a dormir aquí. En verano, organizamos un campamento.

¿Y la otra?

Vendemos y fabricamos juguetes tradicionales.

¿Los hacéis?

Sí, los de madera. Otros los compramos a fábricas.

¿Se venden bien?

Pues ahora sí, hasta por Internet.

¿Pese a las consolas, a los niños les gustan?

Les llama más la atención a los mayores, porque les recuerda a su infancia. Los niños preguntan «¿y tú jugabas con esto?».

¿Qué juguetes son?

Los zancos, muñecos de cartón piedra, aros de hierro...

Antes teníais una casa rural...

Sí, pero aunque iba bien, es muy duro y lo hemos dejado.

¿Qué significa el premio?

Un reconocimiento a todas las horas que he echado. A veces te dan las once de la noche y sigues dándole.

¿Quién es el emprendedor, tú o tu marido?

Yo.

Vamos, que eres lanzada...

Sí, creo que es una forma de ser.

Dime el secreto para ser un buen autónomo.

Hacer las cosas con muchas ganas y sobre todo mantenerte. No se pueden buscar los frutos rápidos, hay que tener paciencia.

¿El próximo proyecto?

Para el 16 de diciembre hemos organizado un concurso de recortables para niños.

39 años, estudió Medicina y Música, aunque nunca ejerció en la sanidad. Tiene dos hijos, de ocho y cuatro años.