Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento la Policía de que en un pub de la calle Caballeros de Valencia se había producido un hurto de una cartera por descuido del propietario. Seguidamente, se registraron movimientos con una tarjeta bancaria que había en la cartera por valor de hasta 5.800 euros.

Los autores del hurto también realizaron cuatro reintegros en cajeros automáticos y 45 movimientos de 100 euros cada uno a través de internet.

Tras las pesquisas, los agentes averiguaron que la víctima había hecho uso de su tarjeta bancaria en el pub introduciendo su número pin y que los sospechosos habrían visto el código, por lo que una vez sustraída la tarjeta pudieron extraer el dinero.

Días después, los mismos sospechosos trataron de engañar a un hombre mientras realizaba una operación bancaria en un cajero de la plaza de la Reina de Valencia. Una de las detenidas se acercó y le indicó que se le habían caído diez euros al suelo, momento que aprovechó para robarle su tarjeta bancaria. Más tarde, una pareja le dijo que los diez euros eran suyos, por lo que la víctima se los entregó y después se percató que su tarjeta ya no estaba.

Los policías averiguaron que instantes después, desde un cajero de una entidad bancaria próxima al lugar, los presuntos ladrones habían intentado sacar 500 euros, aunque finalmente solo pudieron realizar un reintegro de 140 euros.

Así, según la investigación, las sospechosas seleccionaban a las víctimas y trataban de hurtarles las carteras de los bolsos y mochilas sin que éstos se percataran, mientras los hombres realizaban funciones de vigilancia.

Varios meses después, los policías localizaron en la misma plaza de la Reina a los presuntos autores de los robos, dos hombres y dos mujeres de origen rumano y portugués, mientras de nuevo intentaban sustraer carteras a otros turistas.

INGRESABAN DINERO EN EL EXTRANJERO

En el registro, los policías interceptaron a los sospechosos dos tpv móvil, cinco token (generadores de códigos), dinero en efectivo y varias tarjetas de crédito. Los autores de los robos utilizaban los datáfonos y los token para poder realizar reintegros con las tarjetas sustraídas, aunque antes abrían una cuenta bancaria en un banco, normalmente del extranjero, y los asociaban a su cuenta para una actividad comercial; para después ingresar el dinero robado con las tarjetas sustraídas en otro país diferente.

Por todo ello, los cuatro sospechosos fueron arrestados como presuntos autores de los delitos de hurto y estafa, tras lo que han pasado a disposición judicial en Valencia. Mientras, la Policía Nacional continúa la investigación para esclarecer los hechos.