Así lo ha indicado la institución humanitaria en una nota en la que ha detallado que el proyecto también contempla el apoyo a personas que están sufriendo el problema para ayudarles a salir de la situación y el acompañamiento a otras que ya están fuera de peligro pero necesitan ayuda para la completa recuperación.

Aunque la entidad trabajará de forma más directa con 150 mayores, la iniciativa contempla también actividades de información y sensibilización que ayuden a mejorar la visión social de la tercera edad. Para ello, el personal de Cruz Roja va a coordinarse con otros agentes implicados en esta problemática, como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, los Servicios Sociales y otras entidades públicas y privadas.

El objetivo de la organización pasa por visibilizar este problema, buscar mecanismos y herramientas para cambiar la imagen de las personas mayores "y luchar contra el Edadismo, que está en la base de muchas conductas y actitudes negativas hacia este colectivo", ha explicado la responsable del Programa de Mayores de la institución humanitaria, María Torralbo.

Desde el pasado año, la entidad se ha marcado como uno de sus grandes objetivos aumentar exponencialmente el porcentaje de población mayor de 65 años que participa o se beneficia de alguno de sus proyectos, como la ayuda a domicilio complementaria, la teleasistencia (domiciliaria, móvil y el localizador para personas con deterioro cognitivo), la atención a personas con funciones cognitivas deterioradas, el centro de día, el respiro familiar, la red social para personas mayores 'Enrédate', el transporte adaptado o las actividades de envejecimiento saludable 'Salud Constante'.

Un abanico de programas con el que la organización trata de cubrir las principales demandas de los mayores, desde la compañía y el afecto -fundamental para aquellas personas que viven solas- hasta ayuda en situaciones de emergencia, actividades de ocio o respaldo tanto para realizar trámites como para promover un óptimo estado de salud física y mental entre la tercera edad.

Los recursos -que cuentan con financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales y el Ayuntamiento de Córdoba- son muy variados, pero todos van en la línea de facilitar a la ciudadanía una vida digna y autónoma en su entorno habitual.