Las acusaciones contra el alcalde de Riba-roja, Francisco Tarazona (PP), y dos ediles de su mismo partido por presuntos delitos de prevaricación, malversación, uso de información privilegiada, tráfico de influencias y contra la ordenación del territorio en relación con el proyecto de Porxinos, futuro emplazamiento de la ciudad deportiva del Valencia CF, han quedado definitivamente archivadas.

La Audiencia de Valencia ha desestimado el recurso de apelación planteado contra el sobreseimiento provisional y archivo de la querella inicial, presentada por concejales socialistas de la localidad contra los responsables municipales populares, según informaron el lunes fuentes municipales.

La querella, sustentada en unas supuestas irregularidades en materia urbanística, fue admitida a trámite el 14 de septiembre de 2006 por parte del juez instructor de Llíria y sobreseída el 19 de abril de 2007 al entender el instructor que la actuación de los querellados "no constituye infracción penal alguna".

En cuanto a la incompatibilidad y la obligación de abstención de votar en el pleno en el que se vio el proyecto que se alegaba por parte del denunciante al considerar que los ediles querellados tenían intereses en las actuaciones, el juez entendió que no existía tal, pues las parcelas "correspondían a un suelo no afectado por Porxinos".

Igualmente, consideró que no se daba en este caso la presunta malversación de caudales, ya que "sería necesaria la utilización de caudales públicos para fines privados y se ha demostrado que los beneficios de la operación se invierten en el propio Ayuntamiento".