57 pueblos de la provincia de Lleida, están obligados a tener disponible el Plan de Protección Civil de Emergencias, INUNCAT, de Inundaciones y Riadas, aún así, sólo son siete los que lo han homologado.

El Director General de Protección, Josep Ramón Mora ha manifestado que la causa de esta baja proporción se debe a que este Plan se aprobó el 22 de agosto de este mismo año y "muchos municipios no han tenido tiempo de disponer de él, ya que entre medio ha habido elecciones municipales".

Aunque Mora ha manifestado que esta situación no es preocupante ya que la mayoría de municipios tiene un plan básico de emergencias para este tipo de situaciones de riesgo, "sí sería importante que dispusieran de él".

El Plan INUNCAT presentado por la Dirección de Protección Civil, explica las actuaciones que ha de seguir cualquier localidad de Lleida si se encontrara en situación de riesgo y en función de los diferentes niveles de emergencia.

Serían situación de pre alerta, de alerta y de emergencia 1 y 2. Si alguna vez se produjeran inundaciones o riadas en algún municipio leridano el Plan INUNCAT explica que el pueblo en cuestión tendría antes que nada activar su Plan Municipal y después llamar al Centro de Emergencias de Catalunya que actuaría en función de la gravedad de la situación.

Mora ha dejado claro que "lo primero ante situaciones de inundaciones o riadas es salvar a la persona". Los daños materiales son inevitables porque el agua en situación de riada es muy difícil de controlar ya que va siguiendo su camino, llevándose por delante lo que encuentra. "Por eso es tan importante poner a salvo las vidas humanas".

Se cumplen 100 años de la riada de 1907.

La ciudad de Lleida conmemora estos días 100 años de la riada que asoló la ciudad en 1907. Fueron los días 22 y 23 de octubre cuando el río Segre a su paso por Lleida se desbordó con casi 5.300 metros cúbicos de agua por segundo. la riada se llevó parte de la banqueta y del puente medieval, hecho que obligó a construir el Puente Viejo de la ciudad catalana.

La riada supuso un gran impacto en el entorno fluvial de la ciudad con los consiguientes cambios urbanísticos como la ampliación de la banqueta hacia el río y la construcción de un muro de defensa para los barros de Ferran y Noguerola.

Fue la primera riada documentada de la ciudad de Lleida lo que ha permitido poner en marcha por ejemplo una exposición de fotografías de la riada llamada " 1907 : la riada del Segre en Lleida. del relato histórico a la interpretación actual", que puede verse hasta el 4 de noviembre en la sala de exposiciones de Sant Joan.

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