Prefieren silenciar su moto a pagar la multa

La presión sobre las motos ruidosas empieza a surtir efecto.

Desde hace un mes, la Policía Municipal tiene orden de perseguir a los molestos ciclomotores trucados para correr más con el fin de evitar que circulen en esas condiciones.

En este tiempo, los agentes han denunciado a doce ciclomotores, casi la mitad de ellos la semana pasada, aunque cada día paran a más de quince para ver si tienen todo en regla.

Les piden que aceleren sus motos y comprueban que los tubos de escape están sin manipular.

Cuando está más que claro que superan los niveles sonoros permitidos los multan.

«No se hace de forma discrecional, hay que tener indicios», explican desde la Policía Municipal.

Dos opciones

En ese momento, los dueños de las motos tienen dos opciones: pagar religiosamente los 90 euros por hacer más ruido del permitido o arreglarlo y pasar un examen en el centro de acústica (calle Olimpiadas) para comprobar que las han silenciado.

De los motoristas sancionados por el momento, todos han optado por arreglar sus motos para dejar de molestar con sus ruidos y pasar por el centro de acústica. El examen cuesta 30 euros.

«Hasta ahora era muy difícil probar que superaban los niveles, pero el centro de acústica es una herramienta muy útil para terminar con estas molestias», asegura la Policía Municipal.

Las ITV de motos pequeñas, en 2009

Las motos pequeñas (ciclomotores de menos de 50 cc) también deberán pasar la ITV (Inspección Técnica de Vehículos).

En algunas regiones ha comenzado a ser obligatorio ahora, pero en Castilla y León no lo será hasta febrero de 2009.

Desde esa fecha, tendrá que pasarla toda moto con más de cuatro años de antigüedad. Irán cada mes en función del último número de la matrícula. Empezarán las que terminen en cero.

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