La Casa de Lis acoge una exposión sobre Salamanca en la cerámica de Daniel Zuloaga

  • Daniel Zuloaga utilizó frecuentemente motivos salmantinos.
  • Fue uno de los primeros ceramistas en dejar de ser artesano para convertirse en artista.
  • La muestra permanecerá abierta los próximos meses.
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Las cerámicas de Daniel Zuloaga se pueden ver ya en La Casa de Lis. FOTO: ICAL
Las cerámicas de Daniel Zuloaga se pueden ver ya en La Casa de Lis. FOTO: ICAL
Las cerámicas de Daniel Zuloaga se pueden ver ya en La Casa de Lis. FOTO: ICAL

En total, 37 piezas forman parte de la exposición inédita sobre el ceramista Daniel Zuloaga que se inauguró ayer en el Museo de la Casa Lis bajo el título 'Daniel Zuloaga. Salamanca y el modernismo'.

La muestra recoge la obra del artista, pero "reconvertida" tras su paso por Segovia, con relaciones a Salamanca, temática presente en sus creaciones, explicó el director del centro, Pedro Pérez Castro.

Pérez Castro destacó dos aspectos relevantes que tuvieron en cuenta a la hora de montar esta exposición: la importancia del artista en el modernismo español y la relación con la provincia, ya que el ceramista dedicó un espacio importante a Salamanca, con referencias iconográficas que en la época se convirtieron en souvenirs.

Gracias a la educación de su padre, que trabajaba para la Casa Real, se inició en esta profesión

Por su parte, el comisario de la exposición, Abraham Rubio, explicó que Zuloaga es el ceramista más importante porque "es uno de los primeros que deja de ser artesano para convertirse en artista". Rcordó que, gracias a la educación de su padre, que trabajaba para la Casa Real, se inició en esta profesión, para llegar a montar una de las primeras fábricas artísticas, donde fijan técnicas y modelos tradicionales.

Salamanca como referencia

Destacan piezas salmantinas como la imagen de los Reyes Católicos de la fachada de la Universidad de Salamanca, que Daniel Zuloaga reprodujo en placas y platos a molde, y la alfarería que adquiere en Cantalapiedra para esmaltar las variadas composiciones del repertorio zuloaguesco.

El ceramista dedicó un espacio importante a Salamanca, con referencias iconográficas que en la época se convirtieron en souvenirs

En las escenas salmantinas se repiten, además, las referentes al mercado como en un gran mural apaisado de la colección Euleterio Laguna en el que se representa un paisaje con grupos de árboles aislados, animales y personas cerrando tratos. El trabajo de Daniel Zuloaga fue apreciado en Salamanca, como ratifica, por ejemplo, que se conservan bastantes piezas en diferentes formatos con la escena de 'La vuelta del mercado' que inmortaliza a un grupo de salmantinos con sus animales que caminan hacia el espectador cruzando el Puente Romano y con la ciudad al fondo, en la que se destaca la monumentalidad de la Catedral. El parecido de la seo salmantina con la de Segovia ha provocado que en numerosas ocasiones esta escena se haya confundido con un asunto referente a la capital del Acueducto.

Tras representar en diferentes soportes la imagen de los Reyes Católicos de la universal fachada de la Universidad, Daniel Zuloaga desarrolló un nutrido número de diseños salmantinos a partir de 1908, ya para entonces instalado en el taller de San Juan de los Caballeros, cuando utiliza la alfarería de Cantalapiedra, comprando orzas de diferentes tamaños al alfarero Segundo Hernández.

En la exposición, que permanecerá abierta durante los próximos dos meses en la Casa Lis, también destacan los numerosos y variados murales modernistas, que representan escenas con motivos geométricos, bustos de mujeres, cisnes, pavos reales y flora.

Además, recoge piezas curiosas como el anuncio del taller de cerámica de Daniel Zuloaga, una chimenea, escenas madrileñas, como un mural de azulejos con vista de la Puerta del Sol con lluvia, y también segovianas, como el retrato de Esperanza en los jardines de la Granja.

Esta muestra antológica, impulsada por Caja Segovia, sigue un recorrido cronológico por la trayectoria de Daniel Zuloaga. La exposición repasa las relaciones familiares de Zuloaga y sus años de formación, tanto en el ámbito familiar como en la Escuela de Cerámica de Sèvres, hasta que en 1877 comienza a trabajar con sus hermanos en los mismos terrenos que ocupaba la antigua fábrica de la cerámica de la Moncloa en Madrid.

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