Los hechos, según informa la Guardia Civil en un comunicado, se produjeron sobre las 12,30 horas del pasado día 13 diciembre, cuando agentes de la Benemérita de Badalatosa y Estepa y la Policía Local de Estepa realizaban un punto de verificación de personas y vehículos en dicho municipio.

Cuando los agentes identificaban a los dos ocupantes de una furgoneta blanca, detectaron una actitud temerosa por parte de la mujer que iba junto al conductor, quien manifestó en voz baja a los agentes unas palabras de solicitud de ayuda. Los agentes, dado el caso, la sacaron del vehículo y la trasladaron a una gasolinera cercana.

La víctima, que presentaba signos de violencia en el rostro por los que tuvo que ser atendida en el centro médico de la localidad, narró a los agentes que el conductor de la furgoneta, identificado como A.J.O.G., había sido su pareja sentimental durante cuatro años pero la relación que había finalizado unas dos semanas atrás.

No obstante, y siempre según la víctima, la noche previa a la interceptación de la furgoneta, el individuo habría llegado hasta ella cuando se encontraba en compañía de otro hombre, agrediendo violentamente a ambos para a continuación llevársela "contra su voluntad", sustrayendo además los teléfonos móviles de ambas personas y embistiendo los vehículos de ambos con el suyo propio. Posteriormente, retenida contra su voluntad, la mujer habría recibido numerosas amenazas de diversa índole.

Tras constatar la supuesta veracidad del relato, el conductor de la furgoneta fue detenido por presuntos delitos de violencia de género, detención ilegal, lesiones leves, daños y robo con violencia, pasando a disposición judicial en Osuna.

En ese sentido, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha informado de que el individuo prestó declaración ante el Juzgado mixto número uno, con competencia en violencia sobre la mujer, ordenando el juez que el investigado quedase en libertad provisional con cargos de violencia de género, detención ilegal y daños materiales, emitiendo en paralelo una orden de alejamiento respecto a la víctima, la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio y la obligación de comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes, pues el caso sigue en fase de instrucción.