Hace casi 140 años que se estrenó en el Teatro Bolshói de Moscú El Lago de los Cisnes, una de las obras más conocidas de Chaikovsky y un clásico indiscutible de la Danza.

El Ballet Imperial Ruso ha traído de nuevo a España esta historia de amor, engaño y embrujos, que podrá verse en el Teatro de la Luz Philips Gran Vía hasta el 26 de enero, para salir después de gira por nuestro país.

Tatiana Solovieva, productora del Ballet Imperial Ruso, que reúne a 45 bailarines "de máximo nivel", explica que se trata de un clásico que se ha actualizado "porque los elementos teatrales no son iguales ahora que hace 150 años, la danza, el teatro y la mentalidad de la gente han cambiado.

"Las pantomimas y las cosa más lentas están cambiando, hace ver Solovieva sobre su montaje, cuyo director artístico es Gediminas Tarandá (exsolista principal del Teatro Bolshói de Moscú), quien lo ha "retocado con muchísimo cuidado para que el diamante brille más".

La solista principal, Lina Sheveleva, es "una joya, lo hace todo con tantos detalles, tan fino y perfecto que todo el mundo se enamora de ella", dice la productora. Sheveleva asegura a su vez que El Lago de los cisnes es el sueño de cualquier niña bailarina porque es "lo máximo, lo más difícil técnicamente y en interpretación, pues hay que cambiar de personaje".

Al príncipe Sigfrido le pone plástica y movimientos el solista Nariman Bekzhanov. El Ballet Imperial Ruso fue creado en 1994 por iniciativa de Maya Plisetskaya, nombrada prima ballerina assoluta del ballet ruso del Teatro Bolshói, nacionalizada española en 1993.

Teatro de la Luz Phillips Gran Vía. Calle Gran Vía, 66 ( Madrid). M a S, 20 h y D, 18 h. Desde 20 euros.