«¡Pero bueno! Si llevo un rato rezándole a la nada, ¿dónde está la Virgen?». Esta frase la escuchan cada día los obreros que trabajan en la Capillita del Carmen, en Triana, y no pueden evitar reír.

El templo conocido como «el mecherito», obra de Aníbal González, se cerró al culto el día 11 por las obras de restauración que se van a prolongar entre dos y tres meses.

Por eso, el cuadro de la Virgen del Carmen que tanto fervor tiene en el barrio se ha trasladado a la Hermandad de la O. «Queremos poner un cartel grande indicándolo, porque la gente mayor no se da cuenta que la Virgen no está dentro», dice Lucía, capillera de la hermandad.

La Gerencia de Urbanismo aprobó en abril las obras de restauración que consisten sobre todo en la reposición de piezas de cerámica trianera en la cúpula, la restauración de las cuatro campanas de hierro y la instalación de nueva iluminación, que apenas funcionaba. «La última restauración fue del 93 y faltan azulejos», dice un obrero.

Restauración del cuadro

También el propio lienzo de la Virgen del Carmen, anónimo del siglo XVIII, será reparado y limpiado.

Mientras tanto, en el mercado de Triana la hermandad ha improvisado un altar donde los fieles pueden seguir rezándole a la Virgen del «mecherito» y comprar Lotería de Navidad o medallitas de recuerdo.