Alvarez ha valorado esta mañana en rueda de prensa la situación de este sector, cuando se cumplen diez años de la Ley de Dependencia. En su comparecencia ha estado acompañada por la secretaria de Acción e Intervención Social y Dependencia de FeSP-UGT La Rioja, Ana Victoria de Vigo, y por la secretaria de Salud del sindicato regional, Pilar García.

Como ha subrayado la responsable sindical nacional, en el área de dependencia "los profesionales son especialmente importantes, porque estamos hablando de atender a personas enfermas y en situación vulnerable", por lo que ha lamentado la paralización en la negociación de los convenios colectivos del sector.

Por ello, ha defendido que "los medios y los conocimientos técnicos están bien, pero el que está al pie de la cama y conoce e indica lo que es necesario para cada paciente es el profesional". En este sentido, ha criticado igualmente "los recortes" en esta materia debido a la crisis.

Para Ana Victoria del Vigo, "se tiene que conocer la situación laboral de un colectivo que, en La Rioja cuenta con unos 1.500 trabajadores en centros de día y residencias de mayores y con más de 400 en servicios de ayuda a domicilio".

Ha lamentado, igualmente, el "parón total del convenio marco nacional, porque las patronales no se quieren comprometer". Especialmente, ha alertado que "se está trabajando a precios muy bajos con las administraciones, de modo que el beneficio empresarial se está logrando a base de no cumplir las condiciones laborales de los trabajadores".

En esta línea, ha reclamado que, al adjudicar contratos, se tenga en cuenta "en un 60% la calidad y en un 40%, el precio, y no al revés, como está ocurriendo en la actualidad" y, en la negociación colectiva, ha señalado que, en el caso riojano, hay convenio regional para centros de día y hogares de mayores "pero está paralizado desde 2011, con patronales que fijan salarios muy bajos y jornadas muy amplias".

Con todo, ha mostrado especial preocupación por la situación de los trabajadores de ayuda a domicilio, con convenio nacional parado "desde diciembre de 2014" y con "condiciones más gravosas si cabe, con gran indefensión, trabajando en domicilios y con muchas bajas temerarias, para un colectivo que es mayoritariamente femenino y, muchas veces, el único sostén de la economía familiar".

GESTIÓN CLINICA.

Por otro lado, Gracia Alvarez ha hecho hincapié en la "reticencia" que provoca en el sindicato "el proyecto que tenemos flotando", el Real Decreto acerca de la Unidad de Gestión Clínica, "que ya se está desarrollando en algunas comunidades autónomas", aunque no es aún el caso de La Rioja.

Ha aclarado que "no estamos de acuerdo con el fondo" de esta norma "porque nunca vamos a decir sí a una reducción de presupuesto en temas como sanidad o dependencia, y, además, con este RD, se hace más difícil el control del dinero público". Pero, a su juicio, lo peor "han sido las formas, porque se ha dejado al margen a los sindicatos, se ha hecho sin negociar".

En el caso riojano, Pilar García ha criticado que esta organización "pretende implantar un sistema de trabajo por objetivos, con la productividad como único fin", una pretensión ante la que, como ha subrayado, "desde UGT queremos poner una serie de líneas rojas, comenzando porque "no queremos que sea una gestión de recursos que se transforme en recortes".

Por eso, ha defendido que "los objetivos que se introduzcan sean de calidad y no tanto de cantidad, que no sea una gestión puramente económica, porque no trabajamos en una cadena industrial, trabajamos con personas vulnerables y enfermas".

A ello ha unido la posibilidad de "fragmentación de los hospitales y del sistema" y el "agujero jurídico" que se puede abrir para los profesionales. "Podemos estar de acuerdo con la gestión clínica, pero mejorando los recursos y su control, evaluando la calidad, con una adecuada asignación de tarjetas sanitarias y con incentivos no económicos, sino ligados al desarrollo profesional", ha concluido.