El encuentro de ayer entre el primer edil de la ciudad y el alcalde de Armilla tuvo mucho que ver, distancias aparte, con el de Zapatero e Ibarretxe: ambos salieron de la reunión sin mover un milímetro sus posturas y convencidos de poder persuadir al otro en el futuro.

En definitiva, sin acuerdo alguno que nos aclare qué modelo de feria de muestras tendremos. El regidor de la capital, José Torres Hurtado (PP), lo tiene claro: no quiere unas instalaciones que sólo podrán acoger «eventos de segunda y tercera categoría», ya que la ampliación que propone el PSOE supone dejarla con una superficie total de 55.000 metros tras la reforma.

Son «de pueblo»

En su opinión, el actual recinto de Santa Juliana no puede competir con otras ferias como las de Málaga y Sevilla, ya que cuenta con unas instalaciones «precarias», tienen «un nivel bajo ubicado en un pueblo y con el nombre del pueblo». Aún así, no se opone a que el nuevo emplazamiento se haga en el entorno de la capital con, al menos, 120.000 metros cuadrados.

Por su parte, el primer edil de Armilla, Gerardo Sánchez,  se mostraba confiado en convencer a Hurtado con el proyecto de la ampliación de la actual feria en la mano.

Sánchez negocia con distintas entidades su participación en el órgano gestor y afirma que el recinto armillero será «moderno y atractivo» y podrá «competir con quien sea».