Un total de 26 niños y niñas, que forman parte de la Asociación Síndrome de Down de Lugo, participan este curso en un programa de apoyo a la inclusión escolar en diversos colegios de la ciudad. Y excepto dos, que asisten a centros de Educación Especial, el resto van a colegios ordinarios en los que conviven con niños de su edad.

El proyecto, conocido como Unha escola para todos, nace con la idea de dar los mismo derechos que a los demás a los niños y niñas con síndrome de Down en edad escolar.

Según la gerente de la asociación, Delfina Pérez, un profesional se encarga de la mediación y explica que es necesario proporcionar "estrategias, métodos educativos... a las escuelas para facilitar la integración de los alumnos porque algunos nunca han tenido a niños con síndrome de Down en clase y necesitan algunas pautas".

Delfina Pérez afirma que durante los primeros años de escolarización los niños se integran bien, pero advierte que en la ESO suele haber más problemas. "El instituto es una etapa mala. La maduración no es la misma que la de sus compañeros y los gustos son diferentes por lo que se quedan un poco descolgados", dice.

Pero después, asegura, "vuelven a enganchar".

Según ella, el problema es luego. El vacío una vez que terminan a los 16 años. No apoyan los centros ocupacionales, que como dice, "es limitarlos". La asociación defiende su formación para que sean independientes y puedan trabajar en la empresa ordinaria.

En la asociación desarrollan contenidos funcionales. Talleres para el manejo del euro, el reloj, la autonomía urbana, clases de cocina, informática o teatro para cubrir los vacíos de la escuela que no se para en cosas que son imprescindibles para ellos.

Puesta en marcha

El programa lo pone en marcha la Federación Down Galicia en colaboración con la Fundación Inocente, Inocente, que aporta 25.000 euros.

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