No hay obra de rehabilitación que por bien no venga. Y mucho antes de que el nuevo aspecto del Mercado Central de Abastos de la capital gaditana esté totalmente rematado, los detallistas ya han empezado a notar las ventajas de la operación.

Ayer lo exponían claramente desde la Asociación de Detallistas de Mercado (Asodemer). Desde que ha empezado a funcionar la carpa provisional adonde han sido trasladados los minoristas, la afluencia de clientes a la plaza de abastos ha aumentado considerablemente. Es decir, que la provisionalidad de la situación, lejos de derivar público hacia otros mercados de abasto y establecimientos de alimentación, ha provocado justamente el resultado contrario.

Y es que los consumidores ya han ganado con la operación de rehabilitación incluso cuando acaban de empezar las obras. La carpa es un lugar mucho más limpio y ordenado de lo que venía siendo el Mercado Central en los últimos años. También es más fácil de acceder y de recorrer. De un sólo paseo, el cliente puede acercarse a todos los puestos de la carpa y a todas las especialidades. Todo lo contrario que con la vieja instalación, más dispersa, de donde se podía entrar y salir sin necesidad de pasar por delante de la mayoría de los puestos.

Más recogido en un solo recinto

Ahora está todo recogido en un mismo recinto y se han eliminado los puestos que estaban vacíos en el antiguo mercado. Y ello aún conservando el mismo número de accesos, ocho en total: tres por delante, otros tres en la parte trasera, y dos más en los laterales.

Y que esté todo menos disperso no quiere decir que esté desordenado. Todos los puestos de pescado están en el lateral izquierdo. Los de la carne, al centro. Sin embargo, de un sólo recorrido se puede acceder a todos.

El nuevo mercado no estará antes de catorce o dieciocho meses, el plazo que se ha dado el Ayuntamiento para ejecutar los trabajos de rehabilitación. Mientras tanto, los detallistas ya empiezan a recuperarse de una muy mala racha.

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