En este sentido y en declaraciones a los periodistas, Ambrosio ha explicado que, precisamente, en Córdoba "se conjuga esa nueva filosofía de la economía del patrimonio", teniendo en cuenta que "todas las inversiones que hagamos en patrimonio, desde lo público, pero también desde lo privado, pueden ser un ejemplo de desarrollo económico importante, pues pueden generar riqueza y puede generar empleo".

En segundo lugar, como ciudad patrimonial, Córdoba se convierte en "un espacio donde se pueden generar debates de altura", pues la ciudad tiene capacidad para ser atractiva "como para que gente de primer nivel vengan a hacer sus reflexiones" a la capital cordobesa.

Por último, según ha señalado la alcaldesa, Córdoba es "un ejemplo de lo que significa esa economía del patrimonio, esa manera de vivir en una ciudad que tiene una herencia del pasado, que afortunadamente hemos sido capaces de preservar hasta el presente, y que tenemos intención de mantener en el futuro".