Según informa la Guardia Civil en nota de prensa, los hechos se remontan al mes de julio, cuando los representantes de dos empresas de la zona acudieron al cuartel para denunciar la sustracción de efectos y los daños causados en el varios repetidores de telefonía móvil.

Tras la denuncia, los investigadores dieron con ventas de gran cantidad de este tipo de baterías en distintos centros de reciclaje, revisando todo el material almacenado en las instalaciones. En estos trabajos se halló "una considerable cantidad de baterías totalmente compatibles con las denunciadas como sustraídas".

Según la Benemérita, una vez detenidos los acusados, se pudo verificar que habían efectuado la venta de varias toneladas de baterías de idénticas características a las que fueron denunciadas como sustraídas, siendo halladas en distintas dependencias de las

empresas de reciclaje. En ese momento se recuperaron 2.219 kilogramos correspondientes a las últimas ventas realizadas y los agentes no descartan nuevas detenciones en los próximos días.