OVIEDO, 14 (EUROPA PRESS)

El experto constitucionalista colombiano Carlos Bernal Pulido, actualmente docente e investigador en la Universidad de Macquarie en Sidney, ha defendido este miércoles el voto obligatorio como mecanismo "muy interesante" para exigir responsabilidad a la ciudadanía en la configuración de la sociedad y el sistema democrático.

Asimismo, en la rueda de prensa que ofreció en la Junta General del Principado de Asturias, ha advertido del riesgo que puede suponer el referéndum como instrumento de la democracia directa cuando se consulta sobre asuntos con una alta complejidad técnica o se rodean de un clima de desinformación.

Los inesperados resultados en el referéndum sobre la reforma constitucional en Italia, el Brexit y el proceso de paz en Colombia o, incluso, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, han evidenciado "las profundas consecuencias de la abstención y la manipulación de masas" en decisiones de gran trascendencia para la población, ha dicho. Al respecto, sostiene que "algo anda mal" y cree 2016 debe servir de punto de inflexión para repensar los modelos de participación democrática.

En el caso colombiano, ha apuntado a la complejidad del documento para el ciudadano medio. Asimismo, ha destacado el papel de la Corte Constitucional que aprobó la vía rápida de implementación de los acuerdos, al considerar que la refrendación popular puede hacerse directamente por el pueblo o por sus representantes en el Congreso.

Así, ha afirmado que la democracia directa "no es la panacea", al tiempo que ha admitido fallos en la democracia representativa y desafección ciudadana hacia ese modelo, en parte porque hay decisiones políticas que vienen orientadas por otros actores, "como las multinacionales".

Según Bernal Pulido, la fórmula óptima podría ser un equilibrio entre la democracia representativa, como base del sistema para abordar los asuntos generales; la democracia participativa, con consulta a la ciudadanía sobre temas trascendentes; y la democracia deliberativa para atender al mejor argumento para los intereses generales en casos de especial complejidad. Todo ello, optimizado por el uso adecuado de las nuevas tecnologías para favorecer y agilizar la participación.

Los ejemplos de esta fórmula son escasos en el mundo, fundamentalmente en el ámbito local en Australia y Nueva Zelanda. No obstante, sus buenos resultados han hecho a Bernal plantearse su estudio para ver las posibilidades de éxito a mayor escala.

También ha puesto en valor, en un plano más tradicional, el uso de la 'consulta previa' para testar la voluntad de algunas comunidades indígenas en Colombia sobre actuaciones que pudieran afectarles.

El experto colombiano, que este jueves impartirá en el parlamento asturiano una conferencia sobre 'Constitucionalismo transicional y el proceso de paz en Colombia' y el viernes participará en un seminario en la Universidad de Oviedo, ha sido presentado por el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, y el catedrático de Derecho Constitucional y coordinador del foro 'Espacio Fundamentos', Ignacio Villaverde, quien ha destacado la figura de Bernal como "referente" internacional del 'Neoconstitucionalismo', dirigido a adaptar el sistema constitucional del siglo XIX a la realidad del siglo XXI.

Preguntado por la posibilidad de una reforma constitucional en España, Carlos Bernal Pulido ha reconocido que el caso español "es muy complicado". No obstante, ha argumentado que las constituciones son necesarias "porque las sociedades necesitan reglas de juego para estabilidad expectativas". Sin embargo, ha comentado que las expectativas evolucionan y la realidad de las sociedades cambian por lo que las constituciones también deben hacerlo para adaptarse y "no entrar en desuso".

En cuanto a los cambios constitucionales, ha señalado dos vías: la informal, a través de nuevas leyes o interpretaciones judiciales; y la formal, con una reforma de la Carta Magna cuando el cambio informal no sea suficiente. Además, ha señalado la importancia de los tribunales constitucionales tanto para orientar los procesos democráticos como para velar por el cumplimiento de los derechos fundamentales.