Málaga dispondrá desde este martes de la quinta pinacoteca más grande de España, llamada a ser un verdadero atractivo cultural y turístico precisamente cuando se cumplen 19 años del día en que los malagueños salieron a la calle para reivindicar su museo.

A partir de este martes, malagueños y visitantes podrán disfrutar de obras como Los Gladiadores o La meta sudante, de José Moreno Carbonero; o uno de los más espectaculares: Anatomía del corazón, de Enrique Simonet, que también deja otros cuadros como El juicio de París y Y tenía corazón.

El espacio cuenta con más de 15.000 piezas arqueológicas y 2.000 referencias de Bellas Artes repartidas por una superficie de más de 18.000 metros cuadrados y cuyas obras de rehabilitación, para las que el Gobierno central ha invertido cerca de 40 millones de euros, se han prolongado durante más de siete años.

La exposición que se presenta al público inicia su recorrido explicando el contexto de la Málaga del siglo XIX, con esas peculiaridades que le otorgó un destacado desarrollo económico y la consolidación de una nueva clase social burguesa, carácter liberal y en contacto con modas y tendencias europeas.

En este contexto, el Museo de Málaga relata cómo se fueron configurando dos colecciones. Por un lado, una privada de objetos arqueológicos: la colección Loringiana de los Marqueses de Casa Loring en su finca y jardín de La Concepción. La otra, de obras de arte y de titularidad pública, fruto de la labor de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo en la recogida y custodia de los bienes muebles procedentes de la desamortización.

La sección de Arqueología cuenta con unas 2.000 piezas procedentes en su mayor parte de yacimientos de la provincia de Málaga, con una cronología que se extiende desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Destacan las esculturas de mármol de la Colección Loringiana, los fondos fenicios y romanos y las producciones cerámicas y de maderas talladas musulmanas.

En concreto, el Museo de Málaga permanecerá abierto de martes a sábado de 9.00 a 20.30 horas y domingos y festivos de 9.00 horas a 15.30 horas, permaneciendo los lunes cerrado. La entrada es gratuita para los ciudadanos de la Unión Europea y tendrá un costo de 1,50 euros para los de otras nacionalidades.

La colección de arte destaca sobre todo por la pintura del siglo XIX, con cuadros de Joaquín Sorolla, Federico de Madrazo oVicente Palmaroli, entre muchos otros. A ellos se suman obras representativas de la producción malagueña, especialmente de pintores como José Gartner, Emilio Ocón o Bernardo Ferrándiz.

Del siglo XX sobresale la producción de vanguardia de José Moreno Villa y la colección de obras de Picasso procedentes del Legado Sabartés, así como la muestra de arte local de las generaciones de los años 50 y 80.

Como obras singulares por su especial valor destacan en la colección del Museo de Málaga las pinturas Ecce Homo y Dolorosa, de Luis de Morales; San Francisco de Asis, de Murillo; Bebedor vasco, de Joaquín Sorolla o El viejo de la manta, de Picasso.

A la importancia que ofrece el periodo histórico de la Málaga del siglo XIX en la colección de arte se suma la propia elección como sede de un edificio tan representativo de la época como el Palacio de la Aduana. Con más de 18.402 metros cuadrados construidos, el inmueble es ya una obra de arte en sí mismo. Edificado a finales del siglo XVIII para dotar a Málaga de una aduana acorde con el creciente comercio marítimo de su puerto, este palacete neoclásico fue diseñado por Manuel Martín Rodríguez con una clara influencia del estilo de Sabatini.

Utilizado durante décadas como sede administrativa y comisaría, el proyecto de su rehabilitación y adaptación devolvió al edificio la cubierta original diseñada a dos aguas que se perdió en un incendio de 1922.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, han sido los encargados de inaugurar este lunes el Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana, que abre sus puertas a los visitantes desde este martes tras el proceso de traspaso de la gestión a la Junta.

Fue en abril de 2005 cuando el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero anunciaba que el Palacio de la Aduana sería la nueva sede del Museo de Málaga.

Tras una larga negociación entre las administraciones implicadas, en 2005 se hacía efectiva la cesión del edificio al Ministerio de Cultura, comenzando los trabajos para  rehabilitar el edificio para uso como Museo de Málaga.

Ya en mayo de 2016, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, y la consejera de Cultura firmaron el acta de entrega de las llaves del Palacio de la Aduana como sede del Museo de Málaga, por la que el Ejecutivo andaluz asumía la gestión del espacio.

La reclamación ciudadana iniciada en 1997 ha acabado cerrándose en 2016. Una cita histórica para Málaga, los malagueños y visitantes que podrán disfrutar de su ansiado museo en el Palacio de la Aduana.