El CSIC orienta ahora las piscifactorías gaditanas al cultivo intensivo del lenguado

El cultivo intensivo de especies comerciales se convirtió en una forma de explotación de la riqueza biológica de los ecosistemas gaditanos allá por la década de los setenta, cuando comenzó la crisis de la sal. Entonces Salinera Española se refundó como la empresa Cupimar, orientada a la acuicultura, y la aportación del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) resultó decisiva para poder imitar todo el año las condiciones de reproducción de la dorada, que sólo procrea en invierno.

Sin embargo, ahora el cultivo de dorada ha tocado su techo y se está volviendo la mirada hacia el lenguado. Así lo explica a este medio la directora del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, perteneciente a la rama marina del CSIC, Carmen Sarasquete.

Sarasquete explica que para el cultivo intensivo del lenguado no es tan esencial la luz como la temperatura, porque se trata de un pez de fondo. Aún se desconocen cuáles son los valores térmicos óptimos para la reproducción, aunque se sabe el umbral en que se mueve.

Así, en el centro de El Toruño, de El Puerto de Santa María, se han conseguido numerosas puestas de lenguados, que se repiten anualmente. Sin embargo, una vez se reproduce la progenie, no vuelven a hacerlo las siguientes generaciones.

Patologías relacionadas con la alimentación

Desde este centro del CSIC, ubicado en el campus universitario de Puerto Real, estudia el cultivo y desarrollo larvario de las especies, y su dieta más óptima. Así, una mala alimentación en el lenguado se manifiesta en una deficiente pigmentación (albinos).

En el citado centro de El Toruño también se están reproduciendo otras especies, como la corvina, el mero o la urta.

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