Más de 300 alumnos del colegio público Miguel de Cervantes de Molvízar viven hoy su tercer día sin clase después de que sus propios padres cerraran el centro el martes. La asociación de padres adoptó esta determinación al conocer que ese día estaban de baja seis de los 27 docentes del centro, un problema que ya venían arrastrando desde finales del curso pasado.

Los padres tienen previsto exponer sus quejas hoy al delegado de Educación, Antonio Lara; luego decidirán  si los niños vuelven a clase.

«Varios maestros están de baja por enfermedad, maternidad, paternidad o matrimonio», asegura Cristóbal González, presidente de la asociación de padres. Además, uno de los docentes es el alcalde del pueblo, que al dedicarse a cargo político sólo imparte nueve horas de clase semanales. Esta situación ha dejado sin tutor a un curso de quinto de Primaria, y aunque Educación quiere solventar el asunto mandando un profesor tres días a la semana, los padres se niegan.

«Encaje de bolillos»

Por su parte, fuentes de la Delegación de Educación afirman que los profesores que han de cubrir esas bajas ya han sido designados, aunque por ley tienen 48 horas para incorporarse a sus puestos. El director del centro, Paco Haro, mantiene que el colegio podría haber funcionado con seis profesores menos, aunque para ello habrían tenido que hacer «encaje de bolillos».