Lacalle, acompañado del concejal de Urbanismo, Jorge Berzosa, ha explicado que el proyecto no modificará el actual diseño de la Plaza Mayor, sino que se centrará en corregir las deficiencias que presenta en la actualidad.

La principal actuación será la sustitución de todo el pavimento de adoquinado de la plaza por granito rojo similar al que existe ya en la zona de Entremercados y el que se está implantando en la Plaza de Santo de Domingo de Guzmán.

En la entrada desde el Paseo del Espolón se sustituirá el pavimento formado por granito gris y rojo por los mismos materiales y manteniendo la misma geometría, mientras que en los soportales se sustituirá la piedra caliza existente por otra similar.

Para resolver el problema de la iluminación de la plaza, se mantendrá la disposición de las farolas y faroles cambiando el modelo de luminaria por otro con tecnología LED y en las zonas con menor nivel de luz, se reflejarán formas geométricas que marcarán varios itinerarios para los peatones.

La escultura de Carlos II tendrá también una iluminación específica mediante un proyector de imágenes y se modificará toda la iluminación de la fachada de la Casa Consistorial para utilizar proyectores que permitan resaltar sus formas arquitectónicas.

La intención del Gobierno municipal es que el resultado de las intervenciones en la Plaza Mayor se asemeje al de la Plaza de Santo Domingo, que ya ha alcanzado un nivel de ejecución del 28 por ciento y cuyo proyecto finalizará en torno a Navidad, tras una inversión de 600.000 euros, que también ha permitido renovar todo el enlosado de piedra caliza del Paseo del Espolón.