El libro cuenta con un prólogo del poeta José María Muñoz Quirós, quien lo define como "un hermoso mosaico de instantes en la veleidad del tiempo vivido", un conjunto de textos que "se alientan con fortuna entre sí" para "ser algo más" y "naufragar en las edades del amor y la existencia pretérita, en la verdad caótica del vivir", a fin de que lector y autor "alumbren juntos cada instante reservado a la palabra fundadora".

En declaraciones recogidas por Europa Press, Rozas ha subrayado que 'Primeras impresiones de un hombre en la sala de autopsias' es una "radiografía descarnada" tanto de la sociedad como ente global y vivo, como de las emociones individuales de aquellos que la habitan. "Son a veces sutiles instantáneas de escenarios cotidianos narrados en prosa poética, y en otras ocasiones, verdaderos edificios metafóricos de múltiples habitáculos", ha apuntado, para después añadir que "la misma mano evemerista que dio comienzo a este carrusel de labios será la que abrace" sus intenciones "ahora que en polilla" se figura.

Nacido en Buenos Aires pero criado literariamente en Valladolid, Boris Rozas consuma con este poemario un año de reconocimientos en el que se incluyen dos antologías a uno y otro lado del Atlántico, más una reciente 'plaquette' editada en Estados Unidos como premio por la obtención del Primer Lugar en el III Concurso Internacional 'La palabra de mi voz'. Autor de títulos como 'Ragtime' o 'Invertebrados', con este noveno poemario continúa su larga trayectoria literaria en España.