Los hechos se produjeron cuando una patrulla de guardias civiles del Sector de Tráfico se encontraba realizando funciones de vigilancia de la seguridad vial y control del transporte por carretera en la vía RM E-12, que une la A-30 con Fuente Álamo, a la altura de Balsapintada.

Los agentes, al inspeccionar un camión articulado de 40 toneladas, observaron que su conductor realizaba un comportamiento extraño, lo que generó sospechas de que pudiera haber consumido sustancias prohibidas e incompatibles con la conducción de vehículos.

Tras identificar al conductor del vehículo articulado, fue sometido a las preceptivas pruebas de alcoholemia, en las que arrojó un resultado positivo de 0,71 y 0,68 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, en sendas pruebas reglamentarias que se le practicaron, casi quintuplicando la tasa máxima permitida, que en el caso de conductores profesionales es de 0,15 mg/litro.

Por este motivo, el conductor del vehículo articulado, que pretendía desarrollar el trayecto entre Fuente Álamo y Holanda con un cargamento de verduras, fue detenido por un supuesto delito de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, al superar las tasas establecidas, siendo puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena

para la celebración del correspondiente juicio rápido.

Se da la circunstancia de que el ahora arrestado, en mayo de este año, ya fue detenido en Zaragoza por superar más de nueve veces la tasa máxima de alcohol al volante.

Dada la elevada tasa de alcoholemia, la peligrosidad que comporta la circulación de un vehículo de gran tonelaje en estas condiciones y la merma de reflejos que la influencia de alcohol supone el vehículo quedó inmovilizado en un lugar habilitado hasta que, a primeras horas de la mañana siguiente, una vez sometido el conductor de nuevo a la pruebas y verificar que reunía las condiciones reglamentarias adecuadas para hacerlo, pudo continuar el desplazamiento proyectado.

El delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, con tasas superiores a 0,60 miligramos/litro, se encuentra recogido en el artículo 379 del Código Penal y puede ser castigado alternativamente con penas de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y en cualquier caso con privación de derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 4 años.

La Guardia Civil sigue reiterando su mensaje a aquellos conductores que de forma imprudente y temeraria, a pesar de las campañas y advertencias de la Dirección General de Tráfico conducen después de haber bebido o tomado drogas, recordando que, sin perjuicio de la sistemática realización de controles preventivos ordinarios o especiales, se practicarán las preceptivas pruebas de alcoholemia y drogas a todos los conductores que sean denunciados por la comisión de infracciones, implicación en accidentes o aquellos otros en que se detecte su consumo en el curso de otras actividades de vigilancia e inspección que se lleven a cabo.

Dichas actuaciones tienen la finalidad de concienciar a los ciudadanos

de la incompatibilidad de estas sustancias con la conducción, dada la merma de reflejos y capacidades que para el control de los vehículos suponen, y garantizar así la seguridad vial en nuestras carreteras, evitando, de esta forma, la producción de accidentes de circulación y las graves consecuencias, que como en este caso pudieran haber acarreado, apelando al empleo de medios de transporte colectivos o fórmulas alternativas para estos desplazamientos que no sean ponerse al volante en estas condiciones, sobre todo por parte de los conductores más jóvenes.

Por otra parte, la Guardia Civil de la Región de Murcia quiere llamar la atención de los ciudadanos para que sin dudarlo, como en este caso, avisen al teléfono '062' o '112' cuando se encuentran con situaciones o maniobras irregulares que den lugar a pensar que los conductores lo hacen bajo la influencia de drogas o alcohol, con la finalidad de poder adoptar las medidas policiales oportunas para que estos vehículos sean interceptados y comprobado si sus conductores se encuentran en las condiciones adecuadas para circular con garantías de seguridad.

BALANCE DEL AÑO

A lo largo del año 2016, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de la Región de Murcia ha interceptado a otros ocho transportistas por conducir bajo la influencia de alcohol o drogas incompatibles con la conducción.

El 12 de febrero, en la carretera N-344 (Alcantarilla-Fuente La Higuera), en las proximidades de Yecla, se detuvo al conductor de un vehículo articulado, de nacionalidad húngara, que superaba en ocho veces la tasa máxima de alcoholemia; y en la carretera N-344 (Alcantarillla-Fuente La Higuera), en Jumilla, se interceptó al conductor de un vehículo articulado, de nacionalidad española que circulaba habiendo consumido cannabis.

Días más tarde, el 1 de marzo, en la N-344 (Alcantarilla-Fuente La Higuera), proximidades de Jumilla, se arrestó al conductor de un vehículo articulado, de nacionalidad polaca, que septuplicaba la tasa máxima de alcoholemia.

El 21 de abril, en la RM F-14 (Autovía A-30-Torre Pacheco), fue detenido el conductor de un vehículo articulado, de nacionalidad española que circulaba habiendo consumido cocaína y cannabis; el 12 de mayo, en la RM-714 (Jumilla-Caravaca de la Cruz), el conductor de un camión, de nacionalidad española, que circulaba habiendo consumido cannabis; y el 25 de junio en la N-344 (Alcantarilla-Fuente La Higuera), fue arrestado el conductor de conductor de un vehículo articulado, de nacionalidad española que circuló de moto temerario durante más de 70 kilómetros habiendo consumido cocaína.

Finalmente, el 11 de septiembre, en la A-7 (Algeciras -Barcelona), se detuvo al conductor de un vehículo articulado, de nacionalidad portuguesa, que triplicaba la tasa máxima de alcoholemia; y el 5 de octubre, en la A-30 (Albacete-Cartagena), se interceptó al conductor de un camión, de nacionalidad española que circulaba habiendo consumido cannabis y anfetaminas.