El cuarto teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía, Participación y Transparencia de Barcelona, Jaume Asens, ha afirmado que "la única solución" para el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca, donde esta noche se han amotinado unos 70 internos, es "cerrarlo".

En un tuit, Asens ha señalado que el motín de esta noche, en el que unos setenta internos se han encerrado en el patio durante dos horas y media sin querer acceder a sus habitaciones, es "el tercer incidente consecutivo en el CIE de la Zona Franca".

"Única solución: cerrarlo. Continuaremos explorando todas las vías para conseguirlo", ha escrito el concejal del equipo de gobierno de Barcelona en Comú.

El amotinamiento de unos setenta internos, que pedían ser puestos en libertad, en el patio del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona, ha finalizado poco antes de la medianoche tras dos horas y media de tensión, sin que la policía haya tenido que hacer uso de la fuerza.

La plataforma Tanquem el CIE ha podido hablar este miércoles por la mañana con dos de los inmigrantes irregulares ingresados en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona, que el pasado martes protagonizaron una protesta en el patio y que, según la policía, habrían intentado fugarse.

Según el abogado de la plataforma, Andrés García Berrio, hay indicios que algunos policías habrían agredido a los internos para reducirlos y hacerlos volver a sus celdas.La entidad pide que se revisen las imágenes de las cámaras de seguridad y que se abra una investigación.

Al poco de esta visita, han llegado al centro el juez que supervisa el CIE y una fiscal de extranjería.

Después del intento de fuga, motín o protesta, según las fuentes, y que se acabó hacia las 2 de la madrugada de este miércoles, por la mañana, miembros de Tanquem el CIE han querido reunirse con el director y con algunos de los internos.

Por lo que les han explicado, la protesta se inició en el patio, fue fomentada inicialmente por argelinos, pero se añadieron internos de otras nacionalidades, hasta llegar a las 70 u 80 personas. La intervención de los antidisturbios de la policía española permitió calmar la situación, que García Berrio ha descartado que fuera ningún tipo de "negociación". Así, según los internos, cada amotinado fue conducido a su celda por cuatro policías.

Durante el trayecto, algún interno habría sido agredido sin motivo aparente, según los testigos que han hablado con la plataforma. García Berrio no descarta que haya heridos, pero quiere esperar a poder hablar con más internos y visionar las imágenes de seguridad para poderlo afirmar con rotundidad.

Además, ha pedido a los fiscales de extranjería, al juez de Barcelona que supervisa el CIE, a los Mossos d'Esquadra y al Síndic de Greuges que abran investigaciones sobre el caso.

Según la plataforma, la situación en el CIE, después de algún que otro intento de fuga y la huelga de hambre de la semana pasada, es "tensa", pero la visita este miércoles de la entidad, de los medios de comunicación y de representantes del Consulado de Argelia, ha calmado un poco los ánimos.

Poco antes de la llegada de la plataforma, ha visitado el centro la cónsul de Argelia y, poco después de que marchara el abogado de la entidad, han llegado el juez y la fiscal que supervisan la institución. Ambos tienen derecho a entrar al CIE cuando consideren, y se podrán reunir en privado con los internos.

Fuentes policiales han explicado que no hubo ninguna agresión de los policías a los internos ni viceversa, y que los únicos daños causados fueron una puerta medio rota de la cocina.

Por otra parte, la policía española denunciará en el juzgado a las personas que de madrugada se concentraron ante el CIE y que lanzaron petardos y piedras en su interior, por encima de la valla, e intentaron invadir el perímetro de seguridad y saltarlo, además de dañar algunos vehículos policiales.

El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) ha denunciado ante la Inspección de Personal y Servicios de Seguridad del Ministerio del Interior la "inseguridad" que sufren los policías destinados en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona, ya que su situación es "desesperada" y "peligrosa".

El SUP advierte en un comunicado que el CIE se ha convertido en un "hotelito de descanso" para los internos, y desvela que el pasado 26 de octubre interpusieron una denuncia ante la Inspección de Personal y Servicios de Seguridad (IPSS), dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, debido a las condiciones "inseguras" que sufren los policías destinados en el CIE.

Según el sindicato, la situación en el CIE de Barcelona "empieza a ser desesperada y peligrosa" para los agentes que prestan su servicio en esta instalación.

"Instamos a las instituciones a que tomen cartas en el asunto, ya que la situación se enrarece cada día, con unos internos que son violentos, están coordinados con teléfonos móviles y que no quieren estar en el CIE, y por otra parte con unos trabajadores policías que no pueden hacer nada y que se ven superados por estas situaciones", remarca el SUP en un comunicado.

En la nota, el SUP reconoce que la situación de los internos no es "agradable", aunque alega que, como sindicato, deben velar por la seguridad de los trabajadores, "que se ven sometidos a unos riesgos innecesarios".

En su denuncia ante el IPSS, el sindicato recuerda que el pasado 7 de octubre un grupo de internos que estaba en el patio animó y llamó al resto de inmigrantes a fugarse del recinto, ante lo que los policías cerraron las puertas del patio, y que el 16 de octubre otros internos protagonizaron una avalancha para intentar escapar, si bien los antidisturbios lograron sofocarlos.

Según el SUP, algunos internos han sustraído las pletinas metálicas que se encuentran en los mecanismos de los tiradores de las puertas: "al parecer, con la intención de convertirlas en armas punzantes, y con el mismo fin se constata además la rotura de azulejos por parte de los internos".