El inicio del otoño tiene olor a papel en Logroño. Y es que el Espolón logroñés no sólo acumula las hojas caducas de sus árboles sino que vuelve a ser el escenario de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. El evento, que celebra su vigésimo séptima edición, se inició el pasado fin de semana con las habituales aglomeraciones en los puestos de los libreros.

Este año participan un total de 15 librerías que proceden de Burgos, Valencia, Madrid y Barcelona. Además, también se incluyen tres establecimientos de Logroño.

La presidenta de los libreros riojanos, Loli Magaña señala que "es una feria muy consolidada en la que se pueden adquirir libros que ya han sido retirados por la sobreproducción editorial que motiva que muchos títulos desaparezcan del mercado antes".

Sin embargo, entre las propuestas del público que asiste a la feria se puede apreciar algún que otro pero a la muestra. Es muy comentada la falta de una buena selección de cómics en los ‘stands' así como la necesidad de atraer a algún escritor y realizar una firma de ejemplares, a pesar del carácter original de la feria (libro antiguo y ocasión). De hecho, en el ámbito cultural capitalino se debate desde hace tiempo sobre si se debe dar un giro a la definición y objetivo del evento.

El horario de la Feria es de 10,30 a 14 horas y de 17 a 21 horas (de lunes a viernes); los sábados, los domingos y los festivos, por su parte, tienen otra agenda: de 11 a 14,30 horas y de 17,30 a 21,30 horas. La cita se prolongará hasta el domingo 21 de octubre.

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