El peor año de Britney

Su marido ha logrado la custodia de los pequeños y ella sólo podrá visitarlos bajo vigilancia. Uno de los motivos, la negativa de la princesa del pop a someterse a controles antidroga.
Su marido ha logrado la custodia de los pequeños.
Su marido ha logrado la custodia de los pequeños.
Su marido ha logrado la custodia de los pequeños.

La cantante estadounidense Britney Spears recordará 2007 en la historia de su vida como su annus horribilis. Al cúmulo de desgracias desencadenadas en los últimos meses, con tratamientos de desintoxicación de por medio, se ha unido la pérdida de la custodia de sus hijos, Jayden James y Sean Preston. Los pequeños estarán, hasta nueva orden, con su padre, el rapero Kevin Federline.

Ayer, el juez que lleva el caso autorizó a la cantante a visitar a los pequeños. Eso sí, siempre bajo vigilancia. Britney no estuvo en la vista, pero sí su ex esposo, que se presentó acompañado por sus abogados con un parche de pirata en el ojo. La decisión judicial se ha conocido once días después de que Britney fuera acusada de huir tras chocar con su automóvil cuando conducía sin carné.

El juez ha argumentado que uno de los motivos por los que le ha retirado la custodia de sus hijos es la negativa de la princesa del pop a someterse a pruebas aleatorias para detectar si ha consumido alcohol o drogas.

Del cielo a los infiernos

En 1999, su primer sencillo, Baby One More Time, catapulta a Britney a la fama mundial. Un año después fulminó las listas al vender 70 millones de copias en todo el mundo. En 2002 la revista Forbes la definió como la celebridad más poderosa del mundo. El mes pasado en la gala de MTV protagonizó un triste espectáculo al actuar completamente descoordinada con los bailarines. Parece el ocaso de la princesa del pop.

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