El domicilio contaba en una de sus habitaciones con un sofisticado laboratorio ilegal, provisto de aparatos de aire acondicionado, ventiladores, portalámparas y otros elementos para optimizar el crecimiento del estupefaciente y evitar que el fuerte olor que desprende sea percibido por los vecinos de la zona, según ha informado la Policía en un comunicado.

Para ello, supuestamente manipulaban el contador de electricidad

para aumentar la potencia consumida y no pagar por ella, con lo que defraudaban así a la compañía eléctrica.

La vivienda también utilizaba otra de las habitaciones para secadero de las plantas, donde permanecían colgadas en cuerdas transversales. Además en la azotea de la vivienda se han localizado varias plantas de unos 200 centímetros de altura, que, junto a las otras halladas en el interior del domicilio, arrojaban un peso de más de 13 kilos, cantidad que ha sido incautada.

La investigación se inició a finales de septiembre, cuando los agentes comprobaron que un domicilio de la localidad alcalareña

desprendía un fuerte olor a marihuana.