El Museo Barjola de Gijón presenta la primera exposición individual en Asturias de Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925), uno de los escultores más importantes del panorama español actual. En la capilla de la Trinidad, donde está ubicada la muestra, destacan cuatro grandes piezas de acero.

Preside Árbol de luz y sombra, una espectacular escultura que representa el árbol de la vida. Es uno homenaje a la poesía, el espacio y la levedad, inspirada en los versos de Manuel Padorno. Esta pieza es el eje de la exposición, entre otras cosas por ser una de las obras más reconocidas del canario.

Pero no es lo único. También alberga dos grandes monolitos de hierro forjado con forma abovedada rellenos de piedra y rematados con una cruz. Más símbolos: el de la piedra de los templos y su iconografía religiosa.

Dice que busca el equilibrio a través de la materia y el espacio. Y está claro que lo consigue.

La historia del Chirino artista comienza en 1948, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. A partir de 1952 viajó a París, Italia y Londres y se integró en el grupo El Paso, colectivo que revolucionó el arte español.

Ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Nacional de Artes Plásticas, la Medalla de Oro a las Bellas Artes, el Premio de Cultura 2002 de Madrid y el Premio Tomás Francisco Prieto de la Casa de la Moneda 2004, entre otros. Su trabajo está en colecciones y museos de todo el mundo.

* De 11.30 a 13.30 horas y de 17.30 a 20.00 horas, en el Museo Barjola: Trinidad, 17. Gratis.