Diseccionando a Alfred Hitchcock, maestro del suspense, genio del séptimo arte

Alfred Hitchcock tomando té con el león de la Metro Goldwyn Mayer.
Alfred Hitchcock tomando té con el león de la Metro Goldwyn Mayer.
Alfred Hitchcock ® Album
Alfred Hitchcock tomando té con el león de la Metro Goldwyn Mayer.

Una hermosa joven se mete en la ducha, alguien abre violentamente la cortina y aparece la sombra de una mujer mayor con un gran cuchillo de cocina. Un grito, puñaladas, violines. No se ve nada, pero todo resulta violento y perturbador. La chica cae muerta sobre el borde de la bañera y arrasatra la cortina consigo. El agua se lleva la sangre por el desagüe.

Esa secuencia de Psicosis (1960) es quizá la escena más icónica de la historia del cine, y su autor, Alfred Hitchcock, uno de los genios más aclamados del séptimo arte. Para honrarle, el Espacio Fundación Telefónica ha preparado una cuidada exposición titulada Hitchcock, más allá del suspense en la que se disecciona la figura del cineasta y su forma de trabajar.

Hitchcock fue uno de los cineastas más exitosos de su época pero, al mismo tiempo, supo combinar las exigencias comerciales con el desarrollo de una obra marcada por un estilo propio. Para desarrollarlo fue clave su idea sobre el papel que debía jugar el director, controlando todas las etapas del proceso (algo inusual en la industria cinematográfica del momento): desde la elección del argumento hasta a veces la promoción mismas de la película.

Tras pasar la primera parte de su vida en Reino Unido, en 1939, ya con casi 40 años, Hitchcock se trasladó con su familia a Estados Unidos, donde no tardó en obtener su primer gran éxito: Rebeca (1940) ganó el Óscar a mejor película.

Su período más prolífico y más intenso sucede entre 1953 y 1960. Es entonces cuando realiza La ventana indiscreta (1954), Vértigo (1958) y Psicosis (1960) para la Paramount, además de Con la muerte en los talones (1959), su única colaboración con la Metro.

Los presupuestos son generosos y la libertad creativa es amplia. Es el momento en el que también afianza la colaboración con sus dos actores fetiche, James Stewart y Cary Grant, y la emisión de la serie de televisión Alfred Hitchcock presenta —372 episodios de los que él mismo dirigió veinte—, donde realizaba una introducción especial en cada programa. Todo ello convirtió a su figura una de las más populares y admiradas a nivel mundial.

En 1962 arranca con el inicio de colaboración con Universal y rueda Los pájaros (1963), filme con el que consigue un éxito desde todos los puntos de vista —de crítica, de taquilla y sobre todo técnico—, mientras que la controvertida Marnie, la ladrona (1964) inicia un período de decadencia comercial y poco después también artística. Muere en Los Ángeles en 1980.

Desde cinco puntos de vista

La exposición Hitchcock, más allá del suspense ha sido organizada en cuatro grandes bloques que conforman un repaso de su vida y sus películas más conocidas.

El toque Hitchcock

A lo largo de toda su carrera, Hitchcock se mostró fiel, con matices diferentes, a hacer un cine en el que lo visual y las respuestas emocionales del público eran fundamentales, lo que marcó su singularidad respecto a su propia época. El éxito comercial de la mayoría de sus propuestas le permitió esa diferencia y una libertad creativa de la que no disponían la mayor parte de sus colegas, que trabajaban para las grandes productoras.

Ya desde sus inicios, en 1927 asistía a la recién fundada London Film Society que proyectaba películas de vanguardia europea, de donde recoge determinadas formas para secuencias aisladas.

Cuando comienza su carrera en EE UU crea una sociedad cuyo objetivo era dar a conocer a la prensa las noticias referentes a él mismo. Por ejemplo Psicosis (1960) fue su obra maestra de la publicidad, con recursos raros hasta entonces como la insistencia en su propia figura como icono o el establecimiento de sesiones con horario fijo y no continuo.

La citada Psicosis ocupa un lugar muy especial en la muestra, no solo por su calidad narrativa y visual y sus logros publicitariosl publicitarios sino también por sus triunfos contra la censura: el filme comienza con una larga escena de besos de dos figuras semidesnudas, hay un momento en el que se muestra un pecho (desenfocado), se usó un cartel en el que por primera vez se mostraba a una estrella de Hollywood en sujetador y, algo aún más ofensivo para los censores de la época, en dos secuencias aparece un retrete, con sonido de cisterna incluido.

Psicosis está considerada además como el referente más antiguo del subgénero slasher, películas que giran en torno a un asesino que mata con cuchillo o alguna otra arma blanca.

Mujeres y hombres

La relación entre ambos sexos está presente en gran parte de la filmografía de Hitchcock. La mujer activa en Con la muerta en los talones, el deseo posesivo del hijo sobre la madre en Psicosis (1960) o todo lo contrario en Los pájaros (1962), son algunos ejemplos claros de la importancia de la relación entre los géneros y convierte el deseo en uno de los motores centrales de sus películas.

La mujer ocupó un papel protagonista en su obra. Sus máximos exponentes fueron Madeleine Carroll, Ingrid Bergman, Grace Kelly y Tippi Hedren aunque había una gran diferencia entre ellas, desde la fascinación que mostró por Grace Kelly hasta la humillación a la que fue sometida Tippi Hedren en la grabación de Los pájaros.

La relación de Hitchcock con las mujeres es uno de los asuntos más discutidos sobre el director al margen de su trabajo. Se dice que su mal genio se transformaba en tiranía hacia las mujeres con las que trabajaba, en "una extraña mezcla de admiración y desprecio", asegura el ensayista norteamericano Donald Spoto, autor del libro Las damas de Hitchcock así como de otras dos novelas sobre el cineasta, una sobre su arte y otra sobre su lado oscuro. "Si Hitchcock viviera hoy en día sería denunciado por acoso sexual", asegura Spoto.

Arte y arquitectura

Firme a la esencia cultural y artística de las épocas que le tocaron vivir, Hitchcock encontró la forma de introducir ambientes contemporáneos y reconocibles. Especialmente, y a partir de la década de los 50, introdujo signos de modernidad plástica y arquitectónica para lo que se inspiró en muchos artistas contemporáneos de la talla de Len Lye, Julio Le Parc, Picasso, Dalí, los hermanos Whitney, Balenciaga o Christian Dior.

Apariencia y trucos

Hitchcock, quien no pretendía que sus películas fuesen espejos directos de la realidad, fomentó la estilización visual. Sus obras están construidas sobre iconografías fastuosas, recursos para atrapar la atención del espectador. Durante toda su carrera utilizó infinidad de trucos y recursos técnicos para dotar de potencia a sus imágenes.

Al principio de su carrera, Hitchcock utilizaba el efecto Schüfftan, que permitía insertar a los actores en un espacio donde solo era real una pequeña parte del decorado y el resto, la parte más espectacular, se evocaba a través de una pintura o una fotografía reflejada en un espejo. de este modo, la fotografía fija y la acción del actor quedaban integradas, logrando en el plató y sin necesidad de grandes decorados la verosimilitud de un espacio real.

Los pájaros fue planteada y resuelta como una cúspide técnica. El despliegue fue complicadísimo. Para las secuencias de ataques fueron usadas miles de aves, coordinadas (algunas estaban amaestradas) o simplemente supervisadas por especialistas. El plano final era una composición de 32 tomas distintas superpuestas sobre una maqueta pintada.

Efecto Schüfftan
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