FGC ha conseguido el certificado de seguridad de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, requisito que le faltaba para poder circular sin supervisión por la línea, ya que un tramo de la infraestructura es propiedad de Adif.

El servició incorporó nuevos trenes en julio, después de que FGC recibiera el beneplácito de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria para circular por este tramo, de 1,9 kilómetros, para acceder a la estación de Lleida-Pirineus.

El conseller de Territorio, Josep Rull, ha celebrado la autorización y ha considerado una "absurdidad tener que hacer subir a un maquinista para recorrer este pequeño tramo".

Por la "incomprensible", según Rull, autorización requerida por el Estado, los trenes de FGC -que conectan Lleida, Balaguer, Tremp y La Pobla de Segur- necesitaban que un trabajador de Renfe realizara el tramo de acceso y salida de la estación terminal ilerdense para poder completar los 89 kilómetros del recorrido.