En declaraciones recogidas por Europa Press, Cantalapiedra ha subrayado la falta de acuerdo entre el Ayuntamiento y los representantes de la Colección de Arte Contemporáneo, pues no se consensuó con ellos la fecha de las reuniones celebradas este lunes del Patronato y el Consejo Rector, por lo que sólo estuvo presente en ellas uno de sus dos representantes, el cual votó en contra del cese de Cristina Fontaneda.

Esta decisión, a juicio de la que fuera edil responsable del área de Cultura durante varios mandatos del PP en el Ayuntamiento, el cese de Fontaneda demuestra que al equipo de Gobierno "le ha ocupado mucho más la cuestión política" y lo ha vinculado a "la guerra interna entre el PSOE y Sí Se Puede".

Así ha recordado que la propuesta de cese de la directora aprobada en julio por el Pleno municipal surgió de la portavoz de dicho grupo, Charo Chávez y el PSOE "no ha tenido más remedio que tragar" debido a que en el proceso de elección del director de la Seminci fue el partido del alcalde, Óscar Puente, el que "se salió con la suya" al mantener a Javier Angulo al frente del festival.

Pero Cantalapiedra ha recalcado que, antes de abordar el cese de la directora u otros proyectos de futuro del Museo, se debería haber resuelto "el problema de fondo más serio que debería preocupar al Gobierno tripartito", como es la firma del comodato que garantiza que la colección de arte contemporáneo permanezca en el museo, que aún no se ha firmado. Se denunció por una serie de problemas.

"Se supone que ayer se iba a ratificar, pero había discrepancias ente gobierno tripartito y los representantes de la colección", ha explicado la edil 'popular', por lo que el asunto se aplaza hasta febrero.

"La situación es complicado, lo más importante es que se cierre el comodato, porque sin colección el Museo no tendría ningún sentido ni atractivo", ha recalcado.

Pero la concejal ha advertido de que el Ayuntamiento "no ha tenido en cuenta" a los representantes de la Colección a la hora de convocar las reuniones celebradas ayer, pues no se consensuó la hora y el día, como considera que ocurre habitualmente, y se les avisó "48 horas de antelación", lo que ha calificado de "error muy grave".