Valencia fijará en el instrumento donde define el modelo físico de ciudad los ejes de su crecimiento, el futuro de los barrios en cuanto a dotaciones y las áreas de mayor protección que quedarán blindadas. En este último capítulo destacan la huerta, por un lado, que quedará protegida al descartarse la expansión del casco urbano hacia zonas agrícolas del extrarradio, y la fachada litoral, especialmente Nazaret y el Cabanyal.

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià,anunció este martes el inicio de los trámites para revisar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), un proceso que se inició en 2004 y que se llevará a término definitivamente durante la actual legislatura, es decir, antes de 2019.

En esta línea, el edil presentará este jueves una moción en el Pleno que servirá de "guía" para que los técnicos municipales "tengan criterios para contestar, durante el próximo año, a todas las alegaciones (25.000) presentadas en 2015, y redactar un nuevo documento que será sometido a exposición pública" por tercera vez, afirmó. Una vez aprobado provisionalmente, se remitirá a la Generalitat para obtener el visto bueno definitivo.

En cuanto al blindaje de la huerta, quedará reflejado en la eliminación de proyectos urbanísticos de crecimiento de la ciudad en los sectores Vera I, Campanar, Tavernes Blanques, Alboraya y La Torre Sur. Todas estas zonas mantendrán la calificación de huerta protegida para evitar la ocupación de la misma.

Además, dejará sin efecto el sector de uso industrial y terciario a costa de suelo agrícola en Faitanar y en Mauella, pero mantendrá el de Benimàmet para hacer frente a los costes del soterramiento de las vías del metro en esta pedanía. No obstante, no descarta instar a la Administración a revisar el plan para «estudiar una actuación urbanística más compatible» con la realidad del entorno. También se revisarán infraestructuras previstas en Castellar, la prolongación de la V-30 y la propuesta de ronda norte por la huerta de Vera.

Respecto a los Poblados Marítimos, se eliminará definitivamente del PGOU la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar y se asumirán las normas urbanísticas de urgencia en el Cabanyal aprobadas por el Consell. El documento también recogerá ordenación de la zona de interacción puerto-ciudad para concretar una solución al tramo final del antiguo cauce del Turia que, como denunció el alcalde, Joan Ribó, acaba "en una alcantarilla bajo una rotonda".

Además, establecerá conexiones entre las playas del norte y los espacios protegidos del litoral sur y aislará Nazaret de la actividad portuaria para revitalizar este barrio.

La intención del Gobierno Local es que la participación de los vecinos y de las asociaciones en la revisión del Plan General vaya "más allá del proceso de exposición pública que marca la ley", de forma que, cuando se apruebe, el documento cuente "con el mayor consenso social", según el concejal Sarrià.