Merkel recibe otro golpe en las elecciones de Berlín, que consolidan a la ultraderecha

La canciller alemana, Angela Merkel, durante la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en Bratislava, Eslovaquia.
La canciller alemana, Angela Merkel, durante la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en Bratislava, Eslovaquia.
EFE
La canciller alemana, Angela Merkel, durante la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en Bratislava, Eslovaquia.

Las elecciones regionales celebradas este domingo en Berlín han dado un nuevo golpe a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, mientras que la ultraderecha logró el acceso a la cámara de la ciudad-estado y capital del país.

El Partido Socialdemócrata (SPD) se mantiene como primera fuerza, con un 21,6%, pero no podrá reeditar la coalición que lideraba apuntalado en la CDU, que quedó en segunda posición con un 17,5%, según las proyecciones coincidentes de las televisiones públicas ARD y ZDF, al cierre de los colegios electorales.

La ultraderecha xenófoba de Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo un 14,1%, algo por debajo de las expectativas de esa formación emergente, pero que le garantiza una sólida representación en otra Cámara regional, la décima donde consigue escaños del total de 16 Länder del país.

Ambas grandes formaciones tradicionales, SPD y CDU, sufrieron notables caídas de votos, de unos cinco puntos cada una, y quedaron asimismo las dos en mínimos históricos.

Los Verdes y La Izquierda, los potenciales nuevos aliados del alcalde-gobernador socialdemócrata Michael Müller en un tripartito, obtuvieron un 15,1% y un 15,7%, lo que significa una leve pérdida para los ecopaficistas y un aumento para los segundos.

Los comicios representaron, por lo demás, el regreso a la Cámara de la ciudad-estado del Partido Liberal (FDP), que tras quedar relegado a extraparlamentario en 2011 obtuvo ahora un 6,7%.

La ultraderecha se consolida

Las regionales de la ciudad-estado, con 2,5 millones de electores, seguían a las celebradas quince días atrás en el Land de Mecklenburgo-Antepomerania, en el este del país, en que la CDU de Merkel sufrió la humillación de verse superada en votos por la AfD.

Tras los comicios de este domingo, esta formación de nuevo cuño se perfila como imparable en su siguiente gran objetivo declarado, que son las generales previstas para dentro de un año, en septiembre de 2017.

Ninguna formación del espectro ultraderechista logró hasta ahora representación en el Parlamento federal (Bundestag) y la misma AfD se quedó en 2013 a las puertas de conseguirlo, al situarse unas décimas por debajo del listón mínimo del 5%.

Entonces concurría como aglutinante del voto euroescéptico —lo que no cuajó entre el electorado alemán—, mientras que con la crisis migratoria mutó su discurso hacia la xenofobia y ha reclutado el voto de protesta contra la acogida de refugiados.

Los socialdemócratas necesitan pactar

Pese a la sangría de votos sufrida, el SPD seguirá siendo la fuerza dominante en la capital, después de haber liderado todos los gobiernos regionales desde 2001.

Para el socialdemócrata Müller, que accedió al puesto en 2014 tras la retirada de su correligionario Klaus Wowereit, ha sido una trayectoria fácil, pese a la situación de endeudamiento, creciente especulación inmobiliaria y precariedad que vive la capital, los grandes quebraderos de cabeza de sus conciudadanos.

Teóricamente podría tratar de gobernar apuntalado por la CDU y el tradicionalmente acomodaticio Partido Liberal (FDP), que tras una legislatura sin escaños regresara a la Cámara tras obtener un 6,2%. Lo más probable, sin embargo, es que se decida por el tripartito con ecologistas e izquierdistas, partidos ambos a los que Wowereit ya tuvo como aliados en gobiernos sucesivos.

El hecho de mantenerse como primera fuerza —tanto en Berlín como en Mecklenburgo-Antepomerania— alivia la pérdida de votos del SPD.

Merkel se desgasta más

En cambio, para Merkel se acentúa el desgaste y presumiblemente también las presiones de su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), que desde hace meses la apremia a dé un giro derechista y endurezca la política de refugiados.

Una encuesta de cara a las generales de 2017 reflejaba este domingo la persistente caída en intención de voto del bloque conservador, que obtendría un 32% —un punto menos que una semana atrás—, mientras que el SPD obtendría un 24%. AfD sería la tercera fuerza con un 14%, por delante de los Verdes y La Izquierda, las actuales formaciones de la oposición en el Bundestag.

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