Si en el origen de la Cofradía del Vino de Rioja, "está el enseñar el arte del bien beber; y de arte y con arte defender mediante diferentes manifestaciones la riqueza de esta tierra; y del arte de la tauromaquia, para nosotros uno de los mejores exponentes es Enrique Ponce", han indicado.

Desde su alternativa en marzo del 1990 con Joselito de padrino y Litri de testigo y, la confirmación en Madrid en septiembre del mismo año con Rafael de Paula y Esplá, su trayectoria está plaga de éxitos y triunfos. Nadie puede discutir el gusto, la calidad, el arte, la personalidad y la estética plástica que atesora.

Muy querido en esta tierra, pues muchos han sido los paseíllos realizados en tiempos pasados en La Manzanera, donde hubo faenas para el recuerdo, y donde lo único que le falta "es verle salir por la imaginaria Puerta Grande de La Ribera".

A partir de ahora estará mucho más unido a esta tierra por el vino de Rioja.

El acto de nombramiento se realizará durante la Feria de San Mateo.