Reche ha apuntado que la firma de la expropiación con la Junta de Andalucía, que ejecuta las obras, y los propietarios de los terrenos por donde discurrirá el cinturón de vertidos permitirá acometer el último tramo de obras en el plazo de un mes, lo que significa que "en 2017 todas las aguas residuales de La Carolina podrán depurarse antes de verterse en el río".

El cinturón de vertidos es una conducción que rodea la ciudad y a la que van a parar todas las aguas residuales. El conducto las lleva directamente a la depuradora donde se filtran residuos antes de derivarlas al cauce del río. Actualmente, dado que aún quedaba pendiente la construcción de una parte del cinturón, solo se depura una parte del agua empleada en la ciudad, la finalización del proyecto permitirá que se limpie el cien por cien.

La firma ha sido un trámite administrativo pendiente para cerrar el proceso expropiatorio para construir tanto la conducción como modificar el tendido eléctrico y las estaciones de bombeo necesarias ya que, aunque una parte de las aguas llegan a depuradora por acción de la gravedad, la orografía exige la instalación de estaciones de bombeo en algunos puntos para hacer llegar los fluidos hasta la depuradora.

Este proyecto cuenta con una inversión superior a los 720.000 euros y su finalización pondrá fin a casi una década de obras. "Se trata de un infraestructura necesaria para la ciudad, porque nos permitirá ser mucho más respetuosos con nuestro entorno mediante la depuración de las aguas que empleamos y porque nos permite cerrar un proyecto en el que han estado trabajando varias corporaciones durante los últimos diez años", ha destacado Yolanda Reche.