En cuanto al interior del recinto, la concejala de Urbanismo, María del Carmen García, ha indicado que la zona de mayor valor arqueológico, situada en el margen izquierdo, se reservará para hacer de ella un lugar visitable, turísticamente hablando.

Así, durante esta fase se realizará una reconstrucción del patio de columnas -se derrumbó en 2011-, con los materiales que en la actualidad se encuentran acopiados en un almacén.

Además, se saneará el muro perimetral al patio de columnas, se abrirá un acceso a la cantina contigua, se adecuará el interior de la misma, se reparará su terraza y se restaurarán los agujeros de la bóveda con mampostería.

Asimismo, en el resto del interior del convento, con la intención de proteger los restos arqueológicos, se cubrirá la zona con telas de geotextil y se rellenará con tierras seleccionadas. Una vez se obtenga una superficie uniforme, se extenderá una capa de zahorra natural de un grosor de 30 centímetros, con el objetivo de lograr una zona de aparcamiento con capacidad para 80 vehículos.

Para concluir, la concejala de Urbanismo ha subrayado que esta acción se trata de una primera fase de adecuación del entorno de Santa Clara. "Tenemos prevista una próxima intervención, que formará parte de una segunda fase, para adecentar la plaza exterior", ha apuntado la concejala responsable de Urbanismo.

Las obras están enmarcadas dentro del programa Aepsa 2016 y tendrán un presupuesto de 65.449 euros. La edil ha destacado que esta intervención persigue tres objetivos de interés público como son devolver el tránsito a la calle Baja del Marqués, destacar los restos arqueológicos y dar uso a este espacio municipal, actualmente desaprovechado, para proporcionar un aparcamiento provisional de vehículos.

Para la ejecución de las obras se emplearán a cuatro oficiales y 32 peones y el plazo de ejecución será de cuatro meses.